
Descubre la isla de Tabarca
La isla de Tabarca es una isla del Mediterráneo ubicada a unos 22 kilómetros de Alicante y a unos 8 km del puerto de Santa Pola. Es, además, la isla más grande de la Comunidad Valenciana y la única habitada.
Tabarca está formada por una isla principal, la conocida como isla Plana, San Pablo o Nueva Tabarca, y por varios islotes: la Cantera, la Galera y el islote de la Nao así como varios escollos, como el del Negre, Roig, Cap de Moro o Naveta.
Además de todo eso, Tabarca es un lugar increíble para visitar. Una isla habitada desde hace siglos que cuenta con restos arquitectónicos de lo más interesantes y también con un entorno natural envidiable, de esos de postal. Para disfrutar de todo ello cada día zarpan barcos desde el Puerto de Santa Pola, embarcaciones que nos permiten pasar una jornada en esta histórica isla mediterránea.
Qué visitar en la isla de Tabarca
De Tabarca podemos decir que fue históricamente un lugar estratégico en el Mediterráneo. Sólo hace falta ver su posición. Por eso fue en su día un lugar muy pero que muy codiciado. Por un lado, podía servir de puesto de vigilancia de costas. Por otro, servía también como base para un ataque a tierra.
Según las investigaciones, la isla fue habitada como mínimo desde la época tardorromana, aproximadamente en el siglo IV d.C. Además, también habría servido como base para los piratas berberiscos.
Siguiendo los planteamientos urbanísticos propios del siglo XVIII, la ciudad que se ubicaba en Tabarca fue rodeada por unas impresionantes murallas. Toda protección era poca para este enclave estratégico. De estas murallas se pueden ver tres grandes portadas: la puerta de San Rafael (lado de Levante), la de San Gabriel (poniente) y la puerta de San Miguel (desde donde puedes ver Alicante).
Existen aún algunos tramos de la muralla original que se construyó con las caras exteriores en sillería. No obstante, la mayor parte está desmoronada sobre el mar. Incluso las almenas han desaparecido en su mayoría. Aún así, los trabajos de recuperación desde 1980 se notan, y es posible ver algo más de lo que quedó de aquellos días.
La muralla pasa a un segundo plano cuando el visitante observa la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Esta iglesia se construyó sobre una pequeña capilla anterior, y fue bendecida en 1770. Se trata de un edificio de nave única y capillas laterales. Cuenta con tres bóvedas con sepultura. Además, tiene dos puertas (poniente y sur). La fachada del sur se proyectó para continuar hacia un castillo que jamás se construyó.
También destaca la Casa del Gobernador. Al no construirse nunca castillo alguno, esta casa se edificó sobre aquella en la que se habían levantado las caballerizas. Es un edificio de dos plantas y cubierta a cuatro aguas. Está restaurado y alberga un hotel.
En otro orden, también es interesante visitar la Torre de San José, obra de Baltasar Ricoud. Tiene un tronco piramidal con una planta cuadrada. En su interior, un patio cuadrado y dependencias que fueron usadas, allá en el siglo XIX, como cárcel del estado.
El faro de Tabarca fue inaugurado en 1854. Es grande, muy grande, y sirvió de escuela de fareros. Estéticamente responde a un estilo neoclásico.
Si hablamos desde un punto de vista paisajístico, no hay que olvidar que Tabarca cuenta con la Reserva Marina de la isla de Tabarca. Está situada en las aguas circundantes a la isla, y fue declarada como tal en 1986. Esta fecha hace que sea la primera reserva marina de toda España. Hoy, está considerada como un refugio natural de gran importancia, tanto para la flora como para la fauna marina.
No te pierdas tampoco la Cueva del Llop Marí. Está en la parte meridional de la isla, bajo las murallas. Cuenta con dos bocas con acceso por mar y se puede visitar con embarcaciones pequeñas. Tiene unos 100 metros de recorrido y una leyenda asociada, en la que un gran monstruo marino, de cuerpo viscoso y liso y con enormes dientes de gran tamaño, descansaba para salir por las noches y perseguir a los tabarquinos.
No es Tabarca un destino que suela incorporarse en las guías turísticas. Sin embargo, si contáis con días suficientes en la provincia, no deberíais olvidarlo: la isla de Tabarca puede ser el colofón perfecto a vuestras vacaciones.
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