Ya está en marcha la búsqueda de tus próximas vacaciones de verano. Con tanto tiempo de antelación, tenemos la ventaja de poder preparar en condiciones un buen viaje; y es que aunque pensemos que viajar tan sólo implica subirnos en un avión, lo cierto es que ser precavidos en estos temas pueden ahorrarnos más de un disgusto. Os ofrecemos una serie de consejos de viaje para que no dejéis ningún tema al azar.
Para empezar, debemos fijarnos bien en las fechas que tenemos para viajar y los destinos que queremos visitar. Podemos encontrarnos que ese mes en concreto no sea el más apropiado para ir a esa ciudad que tanto nos apetece ver. Quizá sea época de lluvias torrenciales, monzones o huracanes, motivo más que suficiente como para cambiar de destino. Pero además, también puede pasar que justamente esa fecha coincida con alguna fiesta conocida a nivel internacional. Si bien no es un motivo para cambiar de destino, debemos plantearnos si nos apetece conocer ese lugar con tanta gente o si por el contrario queremos realizar una visita más tranquila y sin aglomeraciones. Sin hablar de que es posible que en este último caso los hoteles y alojamiento en general sean mucho más caros.
Fijémonos por tanto en la estación del año en la que viajamos, el clima que encontraremos y el nivel de ocupación prevista. Son factores que pueden ser determinantes a la hora de elegir bien.
Una vez escogido el lugar y la fecha, tenemos que centrarnos en el transporte. Si viajamos en avión, podemos comprar los vuelos usando diferentes buscadores para observar que compañía nos conviene más. Fijaos bien antes de reservar, lo que igual parece un precio estrella, puede esconder varias escalas. Si contamos con tiempo suficiente puede que no sea problema, pero si vamos tan sólo unos días, quizá merezca la pena pagar un poco más. Además, tened en cuenta que los vuelos low cost, realmente interesantes por un lado, pueden dejarnos en aeropuertos bastante alejados. Lo que ahorramos en el billete quizá tengamos que gastarlo posteriormente en desplazamientos.
En cuanto al alojamiento, si bien es cierto que cada uno tiene sus necesidades y gustos, parece una idea bastante buena buscar establecimientos en el centro de las ciudades que visitemos. De esta forma, nos evitaremos dinero en el desplazamiento. No obstante, si lo que queremos es realizar un tour por un país, quizá sea mejor buscar establecimientos con buenas conexiones con carreteras.
No os olvidéis de apuntaros el nombre de la calle donde esté vuestro hotel. Así, si tenéis que coger un taxi siempre tendréis la dirección exacta.
Es necesario informarse de las vacunas que necesitamos para viajar. En este punto, en muchas ocasiones vemos claras las vacunas necesarias, pero por otro lado, existen muchas otras que están recomendadas pero no aparecen como prioritarias. No es mala idea pegar un vistazo a todas para poder tener una idea de que amenazas podemos encontrar en ese país en concreto al que vamos a viajar. Además, si nos quedamos más tranquilos, podemos comentar a nuestro médico nuestra intención de viajar, él nos aconsejará mejor sobre estos temas.
Teniendo todo esto ya programado y revisado, os recomendamos un seguro de viaje. Es cierto que solemos pensar que estos seguros de viaje son más propios de destinos exóticos, pues pensamos que los imprevistos aquí son más difíciles de solventar. Quizá sea cierto, pero tampoco podemos olvidarnos que problemas en los vuelos y los hoteles podemos tener en cualquier lugar. Si contamos con un seguro, aunque viajemos a 200 km de nuestra casa tendremos la seguridad de estar protegidos ante pérdidas de equipaje o cancelaciones de vuelos. Además, no suelen ser productos muy caros. Más vale prevenir que curar.
A la hora de hacer la maleta, debemos ser realistas. Pensemos en los días que vamos, pensemos en el tiempo que hace y pensemos que no vamos a ponernos toda esa ropa que estamos intentando meter a presión en la maleta. Está bien ser precavidos y coger ropa de abrigo y ropa más ligera para los días calurosos. Pero lo cierto es que seguramente del total de nuestra maleta, si lo pensamos bien, un 40% de ropa sobra.
En esta maleta será interesante incluir un botiquín de emergencias. Aunque tengamos seguro, tarjeta sanitaria europea y todas esas cosas que tan bien vienen en los viajes, lo cierto es que dolores más comunes como el de cabeza o el de garganta, incluso una indigestión, podrán ser solventados con pocos medicamentos que podemos llevarnos de casa.
En cuanto a los documentos, lo de siempre, intentad tener documentación en vigor y no olvidaros del pasaporte. Además, es interesante comprar alguna guía con mapas para poder estar ubicados durante nuestra visita.
Por último, llevar dinero en metálico, pero también una tarjeta de crédito para imprevistos. Además, cuando salgáis del hotel, podéis guardar el dinero en metálico en varios lugares, por ejemplo cartera y bolsillo interior de la chaqueta. De esta forma, en el peor de los casos, si nos asaltan, siempre tendremos un fondo de emergencias guardado.