Roma, la eterna Roma… Hay algunos de sus rincones que merecen una visita en particular, donde el arte y la historia se combinan para dejarnos asombrados. Uno de ellos es el Capitolio o Campidoglio.
Se situaba aquí la ciudadela de la antigua Roma. Hoy, a escasos metros de la Plaza Venezia, una de las zonas donde encontrar muchos hoteles en Roma donde alojarte.
Volvamos a la época romana. En esta Piazza encontraremos los Museos Capitolinos y quedan los restos del templo de Júpiter y la roca Tarpeia, desde la que se despeñaba a los traidores.
Sin embargo, el Campidoglio consigue toda su belleza en el Renacimiento. EN 1536 Miguel Angel Buonarotti recibió el encargo del papa Pablo III Farnese de crear una plaza en lo alto de la colina acorde a la categoría de la ciudad. Fruto de los diseños de Miguel Ángel fueron la Cordonata, amplia escalera de acceso desde la actual piazza Venezia (donde hoy se alza el monumento a Víctor Manuel II) y el propio espacio trapezoidal de la plaza, armonioso y perfecto, cuyo pavimento de dibujos geométricos es un clásico en sí mismo.
Rodean la plaza el Palazzo Senatorio (senado medieval, actual Ayuntamiento), el Palazzo Nuovo y el Palazzo dei Conservatori, sedes éstos dos de los mencionados Museos Capitolinos.
La plaza, desde la que se tiene una hermosa vista de Roma, es presidida por la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Cuando la contaminación y las palomas empezaron a deteriorar el bronce con que está realizada, fue reemplazada por una copia en 1997. La original está un paso, en el Palacio Nuovo. Allí se conserva a salvo, protegida por una hornacina de cristal.
Esta plaza se considera el mejor ejemplo existente de urbanismo renacentista y es una de las visitas recomendables para quienes tengan su hotel en Roma y se acerquen a ésta, una de sus famosas “siete colinas”.
Foto/ Flickr de Marco Crocoli
Foto/ Flickr de Gaspa