Una visita a Sevilla no está completa sin pasearse por las orillas del Guadalquivir. Los puentes que conectan ambas márgenes tienen su propia historia y hoy como siempre, unen mas de lo que separa el río.
Si te alojas en un hotel en Sevilla cerca del centro histórico, podrás llegar caminando al tradicional Barrio de Triana por uno de los más famosos puentes de la ciudad: el de Isabel II y así pasearte por uno de los rincones de mas solera de la capital andaluza.
Allí, en el Barrio de Triana se encuentra el Castillo de San Jorge. Fue la sede de la Inquisición en la ciudad, y recientemente ha sido transformado en un centro temático sobre la tolerancia.
En el año 1477, el fraile dominico Alonso de Hojeda solicita la creación de un tribunal del Santo Oficio en Sevilla debido a la herejía judaizante que reinaba en la ciudad. Este fue instalado en la ciudad en 1481, siendo su primera sede el Convento de San Pablo, trasladándose el mismo año al Castillo de San Jorge.
Recordemos que formalmente el Tribunal de la Santa Inquisición funcionó hasta el año 1820, fecha en la que fue abolido por el rey Fernando VII.
Este castillo fue edificado en la Edad Media como defensa del puente, el cual comunicaba Sevilla y el Aljarafe. Era una sólida fortaleza formada por una muralla, un foso y una barbacana. En su interior había varios patios y edificios y la capilla de San Jorge, la cual fue la primera parroquia de Triana.
A principios del siglo XIX se llevó a cabo la demolición del castillo. El Santo Oficio se trasladó al Colegio de las Becas, en la zona de la Alameda de Hércules, hasta su abolición.
Una visita al antiguo Castillo de San Jorge, promete un encuentro con la historia, con algunas de sus páginas mas negras, y con la posibilidad de vivir en tolerancia. Se ubica en la Plaza del Altozano. Abre de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.00 horas y los sábados, domingos y festivos de 10.00 a 15.00 horas con entrada gratuita.