Jordania es uno de esos viajes que cualquier amante de las aventuras no debería perderse. Oficialmente, su nombre es Reino Hachemita de Jordania, un país de Asia ubicado en la región de Oriente Medio. Limita al Norte con Siria, al noreste con Irak, al este y sur con Arabia Saudí, al suroeste con el Mar Rojo y al oeste con el Mar Muerto, Israel y Palestina. Sin duda unos límites bastante peculiares. Aún así, sigue siendo el objetivo de muchísimos turistas al año; y es que Jordania cuenta con un gran abanico de posibilidades en cuanto a monumentos y lugares de interés se refiere.
En cuanto a los días necesarios para recorrer Jordania, podemos decir que en 6 días podrías ver la gran mayoría de los lugares más destacados.
Qué ver en Jordania en 6 días
Recuerda que entre esos lugares está la ciudad nabatea de Petra, imprescindible en Jordania ya que es una de las siete maravillas del mundo. Aquí, aunque no lo creas, ya vas a pasar mínimo dos días; y es que cuenta con mucho más que esas fachadas bellamente talladas en la piedra.
Visita a Petra
El asentamiento de Petra está ubicado en el angosto valle de la Aravá. Este valle se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Es cierto que los restos más célebres son las construcciones labradas en la roca, como el Khazneh y el Deir. No obstante, cuenta con mucho más.
Alrededor de Petra se encuentran tumbas excavadas en la roca que representan fachadas de tipo helenístico. También hay veinte rocas llamadas jinns, que representan a los dioses que vigilan la ciudad.
Es destacable también el Siq, el desfiladero que desemboca frente a la fachada del «Tesoro», o la calle central de Petra, Khazneal-Firaun. Además, también hay que señalar el teatro, construido por los nabateos en el siglo I y ampliado por los romanos posteriormente, o el Qasr al Bint, uno de los templos principales de la ciudad.
Probablemente os dirán que Petra se puede hacer en una excursión desde Ammán, pero el transporte, atravesando el desierto de Wadi Rum, aunque interesante, es bastante cansado, y os llevará bastante tiempo el ir y volver, de modo que nada mejor que pasar al menos una noche en las cercanías. Así, además, os imbuiréis del espíritu tradicional en esta zona de Jordania.
Atravesar el Wadi Rum
No te pierdas tampoco el desierto de Wadi Rum, otro de los lugares maravillosos de Jordania. En este desierto, las rocas contrastan con la arena, las luces del atardecer y el paisaje en general. Aquí se pueden hacer excursiones en 4×4 para apreciar la inmensidad del desierto. En esta ruta, no te olvides de parar en zonas tan famosas como los arcos de roca o la cueva en la que se asegura vivió varios años el mismísimo Lawrence de Arabia.
Como curiosidad bíblica, a las afueras de Petra, en este desierto, se encuentra el monte Hor, Jabal Harun, donde dicen se encuentra enterrado Aarón, hermano de Moisés quien condujo a las tribus de Israel hacia la Tierra Prometida atravesando este desierto.
De turismo en Jerasha
Otro imprescindible en Jordania es la ciudad romana de Jerasha. Podemos decir que se trata de una de las ciudades romanas más importantes y mejor conservadas del Próximo Oriente.
Entre los monumentos que se pueden destacar, hay que señalar el Arco de Adriano, el circo/hipódromo, los templos de Zeus y Ártemis, el Foro, dos teatros, baños, y una preciosa muralla casi completa.
Flotar en el Mar Muerto
Es imperdonable venir a Jordania y no visitar el Mar Muerto. Se trata de una experiencia de baño distinta. Hay que recordar que este mar no es más que un lago de agua salada situado a más de 300 metros bajo el nivel del mar. Sí, es el lago salado más bajo del mundo.
Sus aguas son tan saladas que se considera un lugar con unas condiciones demasiado duras como para que ningún tipo de vida pueda existir en su interior. Por eso el nombre de Mar Muerto. Aún así, es un lugar curioso, en el que el baño será diferente a lo que podáis imaginar. Recuerda que cuanta más sal, tu cuerpo flotará más. Pasar una mañana aquí puede ser una buena decisión; y es que es mejor verlo a que te lo cuenten ¿verdad?
Además de todos estos lugares, hay zonas en Jordania que están un poco más alejadas del turismo masivo. Zonas en las que es posible conocer un poco más a la población local, su amabilidad y, además, algo de patrimonio extra.
Por ejemplo, podrías visitar Um Oays. Se trata de un pequeño yacimiento romano. Es mucho más discreto que el de Jerash, pero merece la pena su visita. Además, también podrías dejarte caer por Ajlum. Se trata de una de las varias fortalezas de la época de los cruzados que hay en este país.
La capital, Ammán
Por último, por supuesto, hay que visitar la capital jordana, Ammán. Si la veis en la lejanía, podréis observar sus desniveles pues a fin de cuenta se levanta sobre sus siete colinas originales desde las que creció siglos atrás. Por ella han pasado diferentes civilizaciones y todas ellas dejaron muestras de su paso por la ciudad.
Es en la ciudad baja donde podréis ver lo mejor de ese pasado, como la Ciudadela, el Teatro Romano, el Odeón o el Ninfeo. Desde la Ciudadela tendrás una de las mejores vistas aparte de poder ver lo que queda del antiguo Templo de Hércules.
El Palacio Omeya o visitar el Museo Arqueológico pueden ser otras de las varias visitas que puedes hacer en una ciudad en la que al menos te recomendamos pases un par de días.
Para nosotros, los occidentales, es una cultura tan distinta que todo nos resultará exótico, pero os aseguro que no saldréis defraudados de este viaje.