Cuando se habla de “arte” no se puede decir generalizando: “Esto es excelente o esto es horrible”. Generalmente hay criterios distintos y todas las tendencias artísticas tienen sus seguidores y sus detractores.
Pero mirando objetivamente, hay ciertas “obras de arte” que cuesta mucho considerarlas como tales. Pero aún las piezas más difíciles de digerir, tienen su espacio para la exposición.
Dentro de los circuitos culturales que realizamos en una ciudad al conocerla, nuestro consejo de viaje es incluir a los museos o salas de exposición locales. En este caso tenemos que hablar del MOBA o Museo del Arte Malo “dedicado a la colección, preservación, exhibición y celebración de arte feo en todas sus formas”.
Si bien los museos están pensados como instituciones necesarias para la conservación y divulgación del arte, nos preguntamos: ¿es necesario conservar obras como las expuestas aquí? ¿Alguien las extrañaría si no existieran?
En el MOBA podremos ver piezas de las más diversas ramas del arte y las creaciones de las mentes más inflamadas de mal gusto.
Está ubicado en la ciudad de Dedham, Massachusetts, Estados Unidos (cerca de Boston) y funciona desde 1993 con la donación y la adquisición de obra original y básicamente fea (no podemos definirlo de otra forma).
Que la colección se incremente gracias a las donaciones, podemos entenderlo perfectamente. Viene a hacerse cargo de algunos de esos “regalos” de buena voluntad o las creaciones de algún amigo o familiar que ha realizado con sus propias manos para nosotros. Ya tenemos una excusa para hacerlo desaparecer: “Era digno de estar en el MOBA”.
Es más, consideremos la posibilidad de pedir un MOBA cerca, digamos en Madrid o Sevilla o Barcelona, donde podamos “depositar” las obras de arte que están en el trastero.
Foto/ MOBA
Foto/ MOBA