En China otra cosa no, pero paisajes espectaculares tenemos, y muchos. Descubrir algunos de los lugares más hermosos de este país implica pasar por ciudades como Guilin; y es que pocos rincones cuentan con tanta magia paisajística como este.
Guilin es una ciudad-prefectura en la región autónoma Zhuang de Guangxi. Está ubicada a orillas del río Li, algo que ya de por sí le da un aspecto majestuoso. No obstante, aquí toma más protagonismo la roca que el agua; y es que en Guilin podremos observar un sinfín de colinas, que sin ser las más altas ni las más grandes, cuentan con un encanto especial. Formaciones extrañas, caprichosas y espontaneas que hacen que nos sintamos en un paisaje de otro mundo. Montañas verdes, cuevas llenas de misterio y un contraste delicioso entre cada uno de los elementos de este bello tapiz.
Para entender un poco el paisaje, hay que conocer la historia del lugar. Al parecer, Guilin era, originalmente, una gran extensión de mar. Hace aproximadamente 190 millones de años, que se dice pronto, debido al movimiento de la corteza terrestre, la tierra emergió. Un gran manto de roca caliza hizo su aparición, rocas que poco a poco, con el paso del tiempo, se ha ido erosionando y dando así lugar a estas formaciones tan extrañas y llamativas. Fantásticos bosques de piedra que enamoran nada más verlos.
Cabe destacar que, en este lugar, además de tener la oportunidad de ver uno de los paisajes más bellos de China, también encontraremos estupendos hoteles en los que alojarnos, algo que podrá fácil nuestra visita. Así, podemos destacar establecimientos como el Hotal Grand Bravo, un establecimiento de 5 estrellas situado entre el río y las montañas. Un complejo tranquilo a tan sólo 5 minutos del centro comercial de la ciudad, rodeado de vegetación exótica y con unas instalaciones que nos dejarán asombrados.
En cuanto a las visitas en la ciudad, son muchas. Podemos destacar la colina de la trompa de Elefante. Está ubicada en el punto de unión de los ríos Lijiang y Yangjiang. Su nombre es bastante revelador, pues lo cierto es que su forma sugiere la de un gigantesco elefante bebiendo agua. Una de las atracciones más fotografiadas de la ciudad, sin lugar a dudas. En lo alto de la colina hay una preciosa pagoda, la Pagoda Puxian, que fue levantada justo aquí en la dinastía Ming. Además, en esta colina también encontramos cuevas con perforaciones de la superficie de la colina, muy curiosas para visitar.
Podemos visitar también el canal Lingqu, un canal excavado en el año 214 a.C. Se trata de uno de los proyectos de conservación de agua de la antigua China más grande e importante.
Es imprescindible visitar también el Parque de las Siete Estrellas. Está ubicado en la parte este del río Li. Aquí, entre otros, vamos a disfrutar de la visita de numerosos picos, ríos, cuevas, jardines e incluso reliquias. Destaca el pico de la montaña Putuo, aunque no podemos dejar a un lado el interés de sus cuevas krásticas.
Es evidente que aquí, en Guilin, las maravillas naturales llaman la atención por encima de otras atracciones. No obstante, no podemos olvidarnos de datos importantes, como, por ejemplo, que Guilin fue la sede del poder imperial desde la época de la Dinastía Qin. Esto, sin duda, hace que también encontremos monumentos que hacen referencia al pasado imperial del país. Por ejemplo, las Tumbas de la Familia Jingjiang.
También se pueden destacar lugares como las pagodas del Sol y la Luna, uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Se trata de dos elevadas estructuras sobre el agua que se comunican entre sí por un túnel de cristal que se ubica bajo el agua.
El puente de cristal es un precioso puente construido casi por completo con vidrio. Merece la pena visitarlo de noche, pues se ilumina. Además, también podemos destacar la Puerta del Sur, que fue la entrada de la ciudad durante la dinastía Song.