California está ubicada en la costa oeste de Estados Unidos. Es el tercer estado más grande de la zona y el más poblado de todos los 50 estados. California consiste de cuatro regiones principales: La Costa, El Valle Central, El Desierto y Las Montañas.
Estas grandes áreas están divididas en realidad en docenas de pequeñas regiones: la Costa Central, Valle Central, desiertos, Territorio del Oro, las Sierras Altas, el Imperio de la Tierra Interior, en Condado de Los Ángeles, la Costa Norte, El Condado Naranja, el Condado de San Diego, la zona de la Bahía de San Francisco y Shasta Cascades.
California recibió su apodo del Estado de Oro debido a la fiebre de oro que hubo en la región del norte de California entre los años 1848 y 1858. La fiebre empezó en Sutter’s Mill cuando un trabajador, James W. Marshall encontró varias pepitas de oro. Se corrió la voz y en 1849 una ola de inmigrantes de todo el mundo llegó a California con la esperanza de hacerse rico. A estas personas se las conoce como «los del cuarenta y nueve» o «forty-niners» en Inglés.
La Fiebre del Oro fue sólo el comienzo de la expansión de California. La población de San Francisco creció de 1.000 a 20.000 de 1848 a 1850. Para el 2005, San Francisco (SFO) tenía una población de 799.263 habitantes.
San Francisco hoy es una ciudad de cultura muy diversa con una manera de pensar muy liberal. San Francisco tiene a Japantown, Chinatown y varias comunidades culturales diversas de italianos, irlandeses, chinos, rusos, vietnamitas y filipinos. San Francisco es también la capital gay americana.
Algunas atracciones y puntos de interés que distinguen a San Francisco de otras ciudades importantes son sus casas al estilo victoriano, su puente Golden Gate, sus Cable Cars y la Isla de Alcatraz. Las vistas son hermosas también. Con tres lados dando al Océano Pacífico y la Bahía de San Francisco, esta es una de las ciudades más bellas para ver desde un avión y ciertamente para caminar. Alojarte en un hotel en San Francisco y salir a recorrer sus calles y pendientes, es una experiencia que no nos vamos a perder.