Glasgow es una de las ciudades más turísticas de Escocia, algo que no extraña, teniendo en cuenta que es la urbe más grande en esta nación de Reino Unido. A orillas del río Clyde, en las Tierras Bajas de Escocia, fue en la época victoriana la segunda ciudad del imperio británico. Poco a poco se fue perfilando como un gran puerto de comercio de trasatlánticos, por lo que podemos hacernos una idea de la majestuosidad de sus edificios y la gran variedad de patrimonio con la que cuenta.
Para poner las cosas fáciles, si estás pensando en viajar a Glasgow próximamente, te acercamos algunas de las visitas imprescindibles a la ciudad. Visitas que no debes perderte como la de la Catedral de Glasgow, conocida como High Kirk de Glasgow.
Este templo destaca por ser una de las dos catedrales medievales de toda Escocia intactas. Se empezó a construir en 1136, durante el reinado de David I de Escocia, aunque lo cierto es que varios incendios en los años siguientes. Su arquitectura es un gran ejemplo del gótico pre-reformista. El edificio actual es de origen del siglo XII, aunque la torra y otras partes de la misma se añadieron en el siglo XV.
Cuenta, además, con una cripta del siglo XIII a la que podrás acceder por unas pequeñas escaleras. Esta cripta es el sepulcro de San Mungo, que fue el fundador de una comunidad monástica en este lugar allá por el siglo V.
Junto a la catedral encontramos la Necrópolis de Glasgow, que es considerado como uno de los cementerios más hermosos de toda Europa. Sí, un poco de necroturismo siempre es interesante, sobre todo, teniendo en cuenta que en su interior hay monumentos diseñados por arquitectos y escultores de renombre de la época victoriana.
Necrópolis de Glasgow
Uno de esos cementerios que parecen sacados de un relato de Edgar Allan Poe. Un lugar que parece hablar, aunque esté en completo silencio, algo que no extraña, teniendo en cuenta que en su interior hay más de 50.000 personas enterradas. La lista de posibles fantasmas es amplia, incluso hay una leyenda urbana que cuenta que un vampiro de 7 pies con dientes de metal deambula por las noches a sus anchas.
Cerca de la catedral y la necrópolis puedes visitar el Porvand´s Lordship, que es la casa más antigua que queda en pie en toda la ciudad. Además, en su interior hay un precioso museo para poder experimentar cómo debía ser vivir en una casa de estas características hace más de 400 años.
Aunque museos en Glasgow hay muchos, uno de lo más recomendable es el de Kelvingrove Museum. La entrada es gratuita, no es demasiado extenso y cuenta con exposiciones muy interesantes.
Museo Kelvingrove de Glasgow
Verás galerías dedicadas a animales o un sector dedicado al medievo. Además, también tendrás la oportunidad de ver una pequeña colección de obras de diferentes artistas internacionales.
La Universidad de Glasgow es otro de esos puntos imprescindibles en toda ruta por la urbe. Es la cuarta más antigua del país y figura en la lista de las 100 mejores universidades del mundo. No obstante, lo que aquí nos interesa es el edificio en sí; y es que, al verla, uno siente que está metido en un escenario de Harry Poter. No es de extrañar, pues el estilo predominante es el neogótico.
Por último, si quieres tener algunas de las vistas más bonitas de Glasgow, debes dirigirte a The Lighthouse, el faro de Mackintosh. Este edificio fue diseñado como sede de un periódico, aunque hoy por hoy es una mezcla de museo y centro de conferencias. Lo mejor de todo es su torre. Puedes subir la interminable escalera de caracol para acabar disfrutando de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Esta es una pequeña muestra de todo el patrimonio de la ciudad; y es que cuenta con una lista bastante amplia. Un fin de semana puede ser perfecto para adentrarnos y conocer la urbe un poco más a fondo, además, los hoteles en Glasgow cuentan con bastante calidad, encontrando un sinfín de opciones para todos los bolsillos.