Shanghái es uno de los destinos en China más apreciados por el turismo internacional, no es de extrañar, pues estamos ante una ciudad que comenzó a formarse durante la dinastía Han (206 a.C hasta 220 d.C), por lo que es una urbe llena de historia y tradición. No obstante, también estamos ante una de las ciudades más modernas del país, contando por tanto con grandes contrastes que la hacen realmente atractiva.
Dividida por el río Huangpu, visitar Shanghái nos llevará tiempo. No es una ciudad pequeña, y las visitas, como se pude entender, son muchas. No obstante, podemos destacar algunos lugares clave que el turista debería marcar en su hoja de ruta.
Podemos, por ejemplo, centrarnos en la zona de Bund. Se trata de una zona peatonal de aproximadamente 2 km que es, sin duda, la más transitada de la ciudad. Conocida como el Wall Street de Oriente, podremos ver edificios y lugares interesantes como la Plaza financiera y su toro salvaje, que es la copia del Ranging Bull de Wall Street. También encontramos la Aduana, un precioso edificio con reloj y campana construidos en Inglaterra allá por 1927, el Monumento a los Héroes de Shanghái, conmemorando a las personas que murieron en la Guerra del Opio, el Palace Hotel o el Banco de Hong Kong y Shanghái.
Para adentrarte en la parte más moderna de la ciudad, debes visitar el distrito de Pudong. Es conocido como el centro financiero y comercial de China y cuenta con algunos de los edificios más importantes de Shanghái, también algunos de los más fotografiados.
Encontrarás, por ejemplo, el Shanghái World Financial Center, el edificio más alto de la ciudad, con 492 metros de altura que lo convierten, a su vez, en uno de los más grandes del mundo. Este edificio quitó el título del más alto a otro que podremos conocer también en esta zona, la Torre Jin Mao. Además, también es interesante visitar la Torre de la Televisión Perla de Oriente, que es, sin lugar a dudas, uno de los símbolos de la urbe.
¿Y templos? Sí, también puedes ver templos, por ejemplo, se puede destacar el Templo Budista de Jade, que fue levantado en 1882 para poder albergar dos esculturas de jade de Buda que vinieron directamente de Birmania. Es el templo budista más importante de la ciudad y aunque no destaca por su arquitectura, las esculturas son realmente impresionantes, tanto el Buda de 2 metros y 200 kilos que está sentado, como el Buda reclinado, de menor tamaño.
Si quieres ver edificios tradicionales, una buena opción es Xintiandi, se trata de un barrio lleno de casas antiguas, las conocidas como Shikumen. Las mismas fueron restauradas con sumo cuidado, y aunque actualmente son bastante turísticas, llenas de restaurantes, tiendas y cafés, la verdad es que sigue siendo un buen rincón para observar parte de la arquitectura más tradicional de la ciudad. Además, en una de estas casas, convertida hoy en museo, se celebró, nada más y nada menos, que el Primer Congreso Nacional del Partido Comunista Chino.
Por último, y no por ello menos importante, se puede destacar el Jardín y Mercado Yuyuan. Está emplazado en el centro de la ciudad, siendo considerado como uno de los jardines más bonitos de todo el país.
Fue construido a partir de 1558 y alberga, además de dos hectáreas llenas de plantas orientales, algunas zonas que no debes perderte, como la gran rocalla, la piedra de jade o el jardín interior.
Junto a este precioso jardín, encontramos el mercado Yuyuan. Se trata de un bazar repleto de tiendas que están alojadas en construcciones tradicionales de la zona. Son tiendas caras, pero merece la pena dar un paseo para embriagarse con su encanto.
Cabe destacar que la ciudad cuenta con hoteles de gran calidad para nuestra estancia, por ejemplo, podemos destacar el Hotel Jin Jiang de 5 estrellas. Ubicado en una de las calles de tiendas más famosas de Shanghái, este hotel cuenta, entre otros, con unas vistas de 10.000 m2 de jardines y 3 edificios diferentes para albergar a sus huéspedes. Lujo y distinción en un hotel de 10 para una ciudad de 10.