Bélgica es un país fascinante, y más en noviembre; y es que es uno de los principales destinos de muchos turistas durante esas fechas ¿por qué? Lo cierto es que la lista es tan extensa que no sabría por dónde empezar. Lo que está claro es que quien va a Bélgica repite, y no sólo por lugares como Brujas o Amberes, también por Bruselas; y es que aunque muchos insisten en decir que se trata de una ciudad gris y sin mucho para ver, es todo lo contrario. Bruselas cuenta con un sinfín de visitas interesantes ¿te apetece conocerlas?
Te hacemos una lista de los podrían ser las 5 visitas imprescindibles en Bruselas.
Sin lugar a dudas, uno de los lugares más visitados es la Grand Place de Bruselas. Se trata del corazón de la ciudad, y seguramente una de las plazas más bonitas de toda Europa, que se dice pronto ¿pero qué tiene esta plaza que encandila tanto a los turistas? Un conjunto arquitectónico del siglo XVIII que nos dejará sin aliento.
La historia nos cuenta como en 1695 esta plaza era muy diferente. Los bombardeos franceses la destruyeron y la mayoría de edificios, menos el Ayuntamiento, fueron construidos otra vez. Así, entre otros, podemos admirar el Ayuntamiento (1459), con una enorme torre de 96 metros de alto; la Maison du Roi o Casa del Rey, que fue construida en 1536 y que en su interior alberga el Museo de la Ciudad; la Maison des Ducs de Brabant, con una preciosa decoración neoclásica flamenca; Le Pigeon, un lugar que destacada, además de por su belleza, por ser la vivienda en la que se alojó el mismísimo Víctor Hugo durante su exilio en este país; o le Roy d´Espagne, el bar más famoso de esta gran plaza.
Por las noches, es posible ver un espectáculo de luces y música que nos dejará completamente asombrados. No obstante, no dejemos de verla por el día, pues lo cierto es que su aspecto cambia mucho.
Muy cerca de esta hermosa plaza podemos ver el Manneken Pis, sin duda uno de los símbolos más representativos de la ciudad. Su origen es incierto, pues son muchas las leyendas que hablan de esta graciosa estatua. Quizá la más extendida sea que un niño apagó una mecha que pretendía incendiar la ciudad orinando sobre ella.
Lo más destacado de esta estatua, que es más bien pequeña, es que siempre está disfrazada con diversos atuendos; y es que este Manneken Pis tiene un armario que ya quisiéramos muchos. Muchos gobiernos cuando visitan la capital belga, hacen el regalo de un traje representativo, algo que viene desde 1698, cuando un gobernador regaló la primera pieza. Ahora, cuenta incluso con un museo, pudiendo ver trajes de torero o incluso de Elvis.
La Catedral de Bruselas es sencillamente espectacular. Cuenta con un estilo gótico propio del siglo XIII que se asentó sobre una construcción románica anterior. Si bien es cierto que su exterior llama la atención por su monumentalidad, el interior es bastante más sobrio, incluso más de lo que podríamos imaginar; y es que esta catedral ha sido saqueada varias veces por iconoclastas protestantes. Aun así, merece la pena verla por dentro y maravillarnos con el precioso púlpito barroco o sus vidrieras.
Aunque son varios los palacios que podemos ver en Bruselas, sin duda alguna merece la pena pasear cerca del Palacio Real. Está ubicado al sur del Parque de Bruselas y es realmente monumental. Fue construido a principios del siglo XIX por Guillermo I y podemos visitarlo por dentro desde julio hasta septiembre. Además, cabe destacar que las inmediaciones son un excelente lugar para alojarnos, aunque en Bruselas esto del alojamiento no será un problema, pues cuenta con una amplísima oferta de hoteles, como por ejemplo el Citybox Brussels, un establecimiento de 4 estrellas ubicado muy cerca de todas las atracciones de la ciudad.
Atomium de Bruselas
Finalmente destacamos el Atomium de Bruselas. Sí, sabemos que hay muchas más cosas, muchos museos, otros palacios y edificios interesantes, pero es imposible no destacar este elemento, pues para los belgas, el Atomium es lo que la Torre Eiffel a París, otro gran símbolo creado única y expresamente para sorprender.
Fue diseñado por André Waterkeyn y quiere representar un átomo de hierro pero ampliado 165.000 millones de veces, ahí es anda. En su interior, sí, hay interior, cuenta con espacios reservados a exposiciones. Un buen recuerdo de esta ciudad, sin duda alguna.
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