Ya sea física o virtualmente, de una u otra forma tenemos la posibilidad de compartir el Fin de Año con gentes de otras latitudes. Veamos algunas costumbres de distintos países del mundo para festejar la terminación del 2009 y el inicio del 2010.
Si estamos en España, comemos 12 uvas al son de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol, en Madrid, costumbre que se repite en cada casa y en las principales ciudades como Sevilla, Málaga o Barcelona. Si consigues comerlas todas sin atragantarte, tendrás un buen año venidero.
En Alemania, por ejemplo, el protagonista de la fiesta es San Silvestre y en su honor se queman castillos de fuego para ahuyentar malos espíritus. Por lo general, ciudades como Berlín, Francfort o Munich, tienen una amplia agenda de festejos populares.
En Escocia celebran el Hogmanay, un ritual extraño que consiste en prender fuego a un barril y hacerlo rodar por las calles de Edimburgo. Además, creen que la primera persona del año que entra en la casa determina la suerte de la familia.
En Austria se baila el tradicional Vals de Año Nuevo y el 1 de enero se oye el Concierto de Strauss de la Filarmónica de Viena.
En Brasil, se mantienen los vestigios de las culturas africanas. Las sacerdotisas hacen sus rituales y se lanzan al mar pequeños barcos con flores y regalos. Si se los llevan las olas, es un buen presagio. Si vuelven, malo. Las playas de Rio de Janeiro, Bahía o Fortaleza se llenan de gente vestidas de riguroso blanco para bailar hasta el amanecer.
En Italia, no faltan las lentejas, símbolo de la buena suerte y las mujeres usan lencería roja que, supuestamente, trae buena fortuna. En Roma y Milán, los días previos, se realizan competencias a ver quien produce el mejor panettone.
En Francia, Paris se ve inundada de gente. En ciudades como Marsella o Perpiñán, salen a la calle a festejar con una botella de champagne. Para los que se quedan en casa, besarse bajo una rama de muérdago trae buena fortuna.
En Japón sí que saben hacer las cosas. Los festejos duran nada menos que 15 días y para ellos el día más importante es el 15 de enero, que lo celebran con una comida especial y buenas dosis de sake.
En Rusia festejan el Año Nuevo muy parecido a nuestra Navidad. Ese día pasa por sus casas el Abuelo del Hielo, un Papá Noel autóctono que reparte dulces, juguetes y matriuskas.
Y así, cada lugar del mundo tiene sus particulares tradiciones. Pero recordemos que aunque se caiga la hoja del último mes del calendario, en algunos países como China o Vietnam, el año nuevo se festeja más adelante.
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