El 26 de julio del año 2010 Dublín se convertía en la cuarta Ciudad de la Literatura de la UNESCO compartiendo tal protagonismo con Edimburgo, Melbourne y Iowa. Un galardón más que merecido ya que resulta curioso que una nación geográficamente tan pequeña como Irlanda tenga cuatro Premios Nobel de Literatura: William B. Yeats, George Bernard Shaw, Samuel Beckett y Seamus Heaney (los tres primeros nacidos precisamente en Dublín).
Y todo esto sin mencionar a otros autores irlandeses de fama internacional, como Oscar Wilde, Jonathan Swift, Bram Stoker, James Joyce o Irving Welsh entre otros. ¿Qué es lo que tiene Irlanda, y más concretamente Dublín, para servir de inspiración a tantos artistas?. ¿Serán sus pintas de Guinness?, ¿sus fiestas de San Patricio?, ¿o tal vez la música tradicional de gaitas y violines que no deja de sonar en los pubs de Temple Bar?
Aquéllos que hayáis tenido la oportunidad de leer el Ulises de Joyce recordaréis cómo su protagonista, Leopoldo Bloom, frecuentaba algunos de los pubs más característicos del Dublín de la época. Los pubs irlandeses forman parte de la idiosincracia de todo buen irlandés. Tal vez del buen ambiente que se respira en ellos venga el dicho de la amabilidad de los habitantes de esta isla esmeralda. ¿Os imagináis a los escritores irlandeses generando historias entre pinta y pinta de cerveza?. Pues seguro que fue así…
Hablando de James Joyce… Cada 16 de junio, desde 1954, se celebra en Dublín el Bloomsday en honor a Leopold Bloom. Ese día precisamente es en el que transcurre la trama del Ulises, por lo que Dublín se convierte por unas horas en escenario de la magistral obra de Joyce. Turistas y lugareños se disponen a hacer el recorrido exacto de Leopold Bloom por la ciudad ese día. ¿Tenéis algo que hacer el próximo 16 de junio de vuestras vidas?. Apuntad: Dublín.
Sin ir más lejos, y teniendo en cuenta el gusto de Joyce por los pubs, existe en Dublín una ruta muy divertida a la que se conoce como Pub Crawl. En ella los turistas van de pub en pub descubriendo las principales anécdotas e historias de los escritores que tuvieron a bien tomarse una copa en ellos. Música, literatura y gastronomía se funden en un marco de tradición popular que nos llevará a conocer los entresijos más secretos de los genios de la palabra.
Pero el Dublín más literario no solo vive de pubs y de rutas encaminadas a ofrecer lo mejor de la gastronomía local con la excusa de la literatura. Hay lugares indispensables, como el Museo de James Joyce en la Torre Martello, precisamente en el que fue su hogar, o el Colegio Belvedere, así como la tumba de Jonathan Swift en la Catedral de San Patricio. También Dublín es tierra de librerías y bibliotecas, así como diversas estatuas, como la de Oscar Wilde en Merrion Square, junto a la que fue su casa.
Dublín también cuenta con un Museo de los Escritores. Inaugurado en 1991 en Parnell Square, hoy en día se dedica especialmente a dar a conocer mediante exposiciones, talleres y otras actividades todo lo relacionado con la literatura irlandesa, desde sus orígenes hasta nuestros días. Evidentemente, con tal pléyade de escritores material tiene de sobra. Si os gusta la literatura, este museo ha de considerarse de visita imprescindible en la ciudad.
Este museo puede ser el epílogo perfecto a nuestro recorrido por el Dublín literario. Amantes o no de la literatura irlandesa, seguidores o no de las letras y los libros en general, la capital de la isla verde esmeralda es un espacio lleno de magia, misterio y seducción.
¿Os váis a quedar con las ganas de ser los próximos protagonistas de sus aventuras? Seguid escribiendo la novela de vuestras vidas de la mano de Dublín.
Foto Vía Innisfree