Frederic Chopin nacía en Zelazowa Wola, Polonia, un 1 de marzo de 1810 (algunos estudiosos precisan que fue el 22 de febrero de ese mismo año). Considerado uno de los más grandes compositores de la historia, a pesar de vivir solo algo más de 39 años, residió poco antes de su muerte en Mallorca, recomendado por un médico quien le aventuró el clima saludable de las Islas Baleares.
Sin embargo, fue precisamente en Mallorca donde se confirmó la tuberculosis que padecía Chopin. El invierno mallorquín tampocó ayudó en nada al compositor, quien solo pudo llevarse de recuerdo los hermosos paisajes que rodean la Cartuja de Valldemosa. Poco menos de un año después, el 17 de octubre de 1849, el genial músico fallecía en París. Su cuerpo está enterrado en la capital francesa, en el cementerio de Pere-Lachaise, a excepción de su corazón…
Una de sus últimas voluntades fue la de que su corazón descansara en la Iglesia de la Santa Cruz de Varsovia, a modo de reliquia. Allí precisamente se encuentra hoy, en una pequeña urna situada en el segundo pilar del lado izquierdo de la nave que lleva la inscripción: «Donde está tu tesoro, allí está tu corazón». Fue su propia hermana, Ludwika, quien llevó el corazón del músico desde París hasta la capital polaca, cumpliendo así con el ruego del ya moribundo Chopin.
Esta iglesia barroca resulta ya de por sí impresionante a primera vista. Además de su impronta arquitectónica, cuenta con un pasado histórico de notable interés. Fue aquí, en 1683, donde el rey Juan III Sobieski encomendó a Dios el destino de la patria antes de salir hacia Viena para luchar contra los turcos. Pero nuestros ojos se clavarán primero en la gran escultura de Cristo con la cruz a cuestas de la fachada, símbolo de la Varsovia mártir, sobre un pedestal en el que puede leerse: «Sursum Corda».
Construida en el siglo XVII, la encontramos en la céntrica Krakowskie Przedmiescie, una calle tan neoclásica como difícil de pronunciar por primera vez. En ella podemos ver numerosos edificios, como la Universidad de Varsovia, el Palacio Presidencial o la Iglesia de Santa Ana. Además un pequeño paseo por ella nos llevará hasta la Plaza del Castillo, donde se halla el Castillo Real y la Columna de Segismundo del siglo XVII.
La Iglesia de la Santa Cruz es uno de los grandes hitos turísticos de la Ruta de Chopin por Varsovia. Los amantes de este compositor pueden también perderse por el Parque Lazienki, donde se puede ver una de las mejores estatuas del mundo dedicadas al artista, o recorrer los pasillos del Teatro Nacional, donde en 1830 dio Frederic su último concierto en Varsovia. Hay otros lugares relacionados con su vida, como las calles del centro histórico por las que paseaba en sus años de estudiante universitario.
Pero el corazón (nunca mejor dicho) de esta ruta turística es sin duda esta iglesia. Hace dos años, con la celebración del bicentenario de su muerte, tuvieron lugar en ella un buen número de conciertos, así como la inauguración de un nuevo Museo Chopin. Este museo se encuentra en el Palacio Ostrogski, en el que vivió de pequeño el compositor, y en donde pudo crear sus primeras obras a la temprana edad de siete años.
Este carácter céntrico hace que sean muchos los turistas que se acercan hasta esta iglesia, situada en el centro histórico de Varsovia, para rendir honores a uno de los corazones más románticos que ha dado la música. Atrás quedó el morbo de algunos científicos, quienes quisieron desentrañar el corazón de Chopin para desmentir que el compositor hubiese muerto de tuberculosis. En realidad hoy se sabe que murió de fibrosis quística. O eso dicen…