Es uno de los jardines más bellos de Europa. Ubicado en una zona donde encontrarás con facilidad un buen hotel en París y que te regalará un espacio natural al alcance de la mano en tu visita a la capital gala.
Es también el más visitado de la ciudad, tal vez porque está muy cerca de lugares tan emblemáticos como el Blulevard St.Michel o Notre Dame.
Fue diseñado a pedido de María de Médicis en 1615, por el arquitecto Salomón de Brosse, el mismo que ideó el palacio que se levanta allí cerca. Este jardín destaca por el constante cuidado que se le brinda y por la vida social y cultural que fluye por sus callejuelas.
Apodado familiarmente Luco, el Jardín de Luxemburgo es de estilo neoclásico. Sus calles están dispuestas simétricamente alrededor de un estanque octogonal central, único monumento que se conserva de la edificación inicial: la fuente de María Médicis, rodeada de estatuas de antiguas reinas francesas.
Cada día se realizan aquí múltiples actividades, destinadas a todos los públicos. Espectáculos de marionetas, paseos en pony para los pequeños o participando de una carrera de veleros miniatura, que se alquilan en uno de los extremos del estanque. Si estás parando en un hotel en París por unos días, no dejes de darte una vuelta por aquí y verás cómo los propios parisinos viven “su jardín”. Pistas de tenis, basquetbol y bochas, o jugando eternas partidas de ajedrez.
El Palacio de Luxemburgo es la sede del Senado francés y esta institución la que promueve las numerosas actividades culturales tienen lugar en los jardines de Luxemburgo. Durante el verano se organizan conciertos de música clásica y de jazz, exposiciones de fotografía y esculturas modernas.
Si tu hotel está en otra zona, puedes llegar a él con las líneas 4 y 10 del Metro (estación Odeon). Ten en cuenta que tiene horarios de visita: de abril a octubre abre a las 7:30 a.m.; de noviembre a marzo a las 8:00 a.m. y todo el año permanece abierto hasta la puesta del sol.