A pesar de ser fundada a comienzos del siglo VI, no sería sino hasta el año 900 cuando Chichén Itzá se convirtiera en el principal centro de poder de la península yucateca. Hoy en día es el yacimiento arqueológico más importante de la civilización maya-tolteca en el Yucatán de México, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988 y una de las nuevas 7 maravillas del mundo moderno.
Los monumentos de Chichén Itzá reflejan la belleza inigualable de sus formas. Durante varios siglos fueron ejemplo de inspiración para todos los pueblos y ciudades. Su recinto de más de tres kilómetros cuadrados es sin duda el más rico en cuanto a edificaciones. La mayoría de los que podemos ver aquí fueron construidos durante la época clásica, a principios del siglo V, como el Templo de las Monjas, el de los Paneles y el del Venado.
Sin embargo, a partir de su auge en el siglo X crece un nuevo Chichén Itzá, el más turístico, el que los mayas erigieron curiosamente sin usar ningún tipo de herramientas metálicas. Es el lugar en el que se encuentran maravillas como el Observatorio o Caracol, la Pirámide de Kukulkán o el Templo de los Guerreros. Todos estos edificios reflejan la fusión de las tradiciones mayas y toltecas. Un lugar cuyo nombre significa la Boca del Pozo de los Brujos del Agua.
Junto a ellos aparecen las terrazas, el gran juego de pelota (la cancha más grande de Mesoamérica), el Muro de las Calaveras, el Templo del Jaguar o la Casa de las Águilas. Edificios también en los que se llevaban a cabo ritos con sacrificios humanos que hasta entonces no habían existido o eran muy raros en la región.
El equinoccio de primavera y verano ofrece en Chichén Itzá un espectáculo natural fascinante. Todo sucede exactamente cuando los rayos de sol se reflejan en la pirámide creando una peculiar sombra que se asemeja a una serpiente desplumada descendiendo. Es en ese momento cuando se produce una enorme expresión de asombro y silencio por parte de los turistas por todo el recinto realmente sobrecogedor.
Desde el punto de vista turístico hay una serie de consejos que debemos tener en cuenta a la hora de visitar todo el complejo. Lo más recomendable es llegar temprano, tanto para poder disfrutar de más tiempo como a la hora de comprar las entradas (las grandes excursiones y el tropel de gente suele llegar sobre las 10.00). Llevad la ropa más cómoda posible (hace mucho calor en verano) para caminar bastante.
Podéis llevar vuestra propia mochila con comida y bebida. En el recinto hay lugares habilitados pero, como podéis imaginar, son bastante caros. Hay quien prefiere ir de visita guiada y con una excursión privada, pero estas a veces no nos dan la entera libertad de poder recorrer el recinto a nuestro antojo. Por último, no os olvidéis del gran espectáculo de Luz y Sonido de la noche (si reserváis una visita guiada mirad que incluya este apartado)
Chichén Itzá tiene un misticismo y un encanto propio. En total consta de 17 edificaciones de imponente belleza. Aquel poblado del siglo V jamás pudo imaginar que iba a convertirse en uno de los yacimientos arqueológicos más conocidos del mundo. Un enclave mágico que nos transporta hasta el imperio maya, su cultura y sus tradiciones.
– Información adicional
- Horarios: La Zona Arqueológica de Chichén Itzá abre todos los días del año de 08.00 a 17.00 horas. El Espectáculo de Luz y Sonido tiene lugar a las 19.00 en otoño e invierno y a las 20.00 horas en primavera y verano.
- Precios: La entrada cuesta 166 pesos mexicanos (10 euros) e incluye el espectáculo de Luz y Sonido; 50 pesos mexicanos (3 euros) para menores de 13 años. Para ver solo el espectáculo el precio es de 69 pesos para los adultos.
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