Si necesitas escapar un fin de semana de la rutina y del estrés puedes buscarte un hotel en Gante, una pequeña ciudad de la región de Flandes, en Bélgica.
Bélgica vive dos realidades, la zona flamenca y la zona francesa. Flandes forma parte de la región flamenca, donde las costumbres y el día a día no tienen nada que ver con la capital, Bruselas.
Es una buena oportunidad para conocer una cultura con un gran patriotismo y personalidad. Todo son hechos históricos, y el conflicto entre las dos Bélgicas, es evidente y se respira en el aire. Cuando vayas a comer, verás que las cartas están escritas en flamenco, lengua muy complicada y difícil de entender. Pero no te preocupes, son muy amables, y no van a tener problema en explicarte lo que quieras.
Para conocer la zona, puedes pasar unos días en Gante, una ciudad que te va a sorprender, por su arquitectura e historia. En el S. XVI, Gante fue, después de Parias, la ciudad más grande de Europa al norte de los Alpes. Podrás disfrutar de una intensa vida cultura, a parte de una situación perfecta para conocer otras ciudades importantes de Bélgica, como Brujas o Bruselas, ya que se encuentra a 50 km de cada una de ellas.
Uno de los símbolos más representativos de la ciudad son las tres torres. Corresponden al campanario de la Catedral de San Bavón, a la Atalaya o Belfort y a la torre de la iglesia de San Nicolás. Para conseguir la mejor vista de la ciudad, busca el puente de San Miguel.
El agua está muy presente en toda la ciudad, ya que es punto de encuentro de dos ríos, el Lys y el Escada. Hay varios muelles que no puedes perderte, el de las herboristas, llamado el Graslei, y el de los graneros, el Korenlei.
Las opciones que te ofrece Gante son infinitas. Museos, restaurantes, zonas de ocio, bares,… Disfruta de unos días de relax y cultura en una de las ciudades con más historia de Bélgica.