Para aquellos que han reservado un hotel en Roma para pasarse unos días recorriendo lugares históricos, bañándose del ambiente romano y haciendo compras, les dejamos un consejo de viaje: acérquense al Aventino para conocer uno de los puntos turísticos más curiosos: la Boca de la Verdad.
Deberán ir hasta la iglesia de Santa María in Cosmedin, tanto para admirar su baldaquino gótico o el espectacular pavimento de mosaico, como para cumplir el rito de introducir la mano en la carismática Boca de la Verdad.
Dice la tradición popular que sólo los que no mienten saldrán con su mano ilesa: los labios de piedra de este rostro esculpido en la pared del pórtico de la iglesia se cerrarán sin piedad sobre los dedos del mentiroso.
Si confías en tu conciencia y en la de tu compañero de viaje, mete la mano y prueba.
Lo cierto es que este lugar a la ribera del río Tíber fue el primer puerto de la ciudad. Se respira en esta zona un ambiente de tranquilidad. Muy alejado del bullicio que acompaña a las zonas más céntricas donde se ubica la mayoría de los hoteles en Roma.
La iglesia de Santa María de Cosmedin fue fundada en el siglo VIII por una comunidad griega que se estableció en la zona huyendo de los iconoclastas de Bizancio. El templo es pues, bizantino, aunque tenga elementos góticos y un espectacular campanile de siete pisos.
Muy cerca están la Fontana dei Tritonini, obra barroca, y los templos del Forum Boarium (Hércules y Portuno), los mejores conservados de la antigua Roma republicana. Otros restos de la Antigüedad son el Ponte Roto y los arcos degli Argentari y Jano. Un poco más tardíos son la Casa dei Crescenzi (siglo XI) y las iglesias de San’t Omobono (siglo VI),San Teodoro (s. XV), San Giovanni Decollato (s. XVI)y Santa María della Consolazione (s. XVI).
El Aventino es, sin dudas, una zona donde encontrar buenos hoteles en Roma que, además de estar a un paso de los atractivos más conocidos, nos regalarán con un poco de sosiego.
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