Si pensamos en Italia, y en torres inclinadas, lo primero que viene a nuestra mente es… Pisa. Con esta guía de viaje descubrirás que existen, también, otras torres inclinadas en la vecina ciudad de Bolonia.
Así como hoy en día hay una carrera por construir el rascacielos más alto del mundo, en la Edad Media las familias más adineradas se afanaban en construir su propia torre con fines defensivos y de ostentación.
En la ciudad sede de la Universidad más antigua de Europa, aún podemos disfrutar de dos de ellas en el centro mismo de la ciudad, en una zona donde es muy fácil encontrar un hotel en Bolonia donde alojarse.
La Torre Asinelli se levanta 97 metros sobre el nivel de la calle. Su vecina, la Torre Garisenda, llega apenas a los 50 metros de altura.
Más allá de sus valores históricos, lo más destacable de las Due Torri es que ambas sufren una leve inclinación. Es especialmente notoria en la torre Garisenda, tanto que se halla cerrada a la visita del público.
La documentación histórica muestra que a esta torre le fueron derribados los 10 metros superiores de su figura en algún momento del siglo XIV para prevenir su caída, aunque la medida no logró que dejara de inclinarse.
La Torre Asinelle puede ser visitada y, si te animas a subir sus 500 escalones, llegarás a la parte más alta donde se encuentra una terraza observatorio.
Pocos viajeros se arrepienten del esfuerzo ya desde allí se llevarán el recuerdo de unas impresionantes vistas de la ciudad de Bolonia.