Cuando todo está inventado, lo único que queda es reinventarse.
Europa ofrece un sinfín de lugares interesantes para viajar. No obstante, puede parecer que la oferta turística siempre es la misma. Por este motivo, continuamente surgen nuevas formas de viajar. Nuevos conceptos como el enoturismo o el ecoturismo que nos permiten disfrutar de los paisajes de una forma un tanto diferente.
Por eso, de vez en cuando surgen otros conceptos cuanto menos peculiares como pueda ser el necroturismo, o lo que es lo mismo, las visitas guiadas dentro de los cementerios.
El necroturismo es una modalidad turística que se impone con fuerza. El interés por los camposantos, sobre todo por aquellos que se ubican en las ciudades más destacadas de Europa, está cada día más extendido. Estos lugares se presentan tranquilos, repletos de esculturas y panteones que bien merecerían estar en un museo así como la posibilidad de visitar las tumbas de personajes célebres.
La importancia de este tipo de turismo es tal, que el Consejo de Europa, hace unos 5 años aproximadamente, reconoció una Ruta Europea de Cementerios como un Itinerario Cultural. Esta ruta contaba con casi 50 ciudades por toda Europa, destacando así lugares como Oporto, Londres, París, Cracovia etc.
Si hablamos de los cementerios más hermosos de Europa es necesario nombrar el cementerio de Montparnasse. Es un famosísimo camposanto ubicado en el barrio de Montparnasse, París.
Se creó en 1824, en el terreno que ocupaban 3 granjas. Su ubicación quedaba lejos del núcleo urbano por aquellos días, pues en Francia se habían prohibido los cementerios urbanos por motivos de salubridad.
Además de ser un hermoso rincón lleno de esculturas sorprendentes, el cementerio de Montparnasse destaca por albergar la tumba de personajes de la talla de Julio Ruelas, Tristan Tzara, Julio Cortázar, César Vallejo, Carlos Fuentes o Porfirio Diaz. Un gran elenco de personajes famosos que sin duda atraen la mayoría de las visitas a este lugar.
Aunque muchos amantes del necroturismo esperan encontrar grandes tumbas y personajes famosos, como hemos comentado, otros persiguen el conocimiento histórico a través de estos lugares. Así, cementerios como el Cementerio Judío de Praga, cuentan con una posición muy privilegiada dentro de los camposantos europeos.
Este cementerio está ubicado en el barrio judío de Praga y fue usado desde el siglo XV hasta el año 1787. Sin duda se trata de un cementerio con historia en el que se estima que descansan hasta 100.000 judíos. Lo más interesante es que las tumbas se disponen en varias capas; y es que los judíos tienen prohibido destruir tumbas judías o transportar una tumba de un lugar a otro. Teniendo en cuenta las dimensiones del cementerio, no demasiado grande, no es de extrañar que nos encontremos con tantas capas de sepulcros.
Existen cementerios con historias emotivas, como el Cementerio Greyfriars, en Escocia. Este cementerio es famoso por un animal, Bobby. Tras la muerte de su amo, Bobby no se alejó de la tumba de su dueño, vigilándola día y noche.
Desgraciadamente, en tierra santa no era posible enterrar a este tierno y ejemplar animal. Así pues, tras su muerte, se levantó una estatua en la puerta del cementerio, el lugar en el que Bobby descansa, no muy lejos de su amado amo.
Otro de los cementerios más frecuentados de Europa es el Cementerio de Highgate, Inglaterra. Se trata de un precioso cementerio inglés considerado patrimonio cultural.
Fue inaugurado en 1839, con el fin de convertirse en uno de los “Siete Magníficos”, una serie de siete cementerios privados repartidos por la ciudad de Londres. Esta idea intentaría aligerar la carga de los cementerios de las iglesias, que por aquellas fechas estaban completamente saturados.
Cuenta con unas 15 hectáreas, en las cuales encontramos hermosísimo mausoleos y tumbas de estilo neogótico victoriano. Además, muchas de ellas despuntan por mostrar ciertas influencias egipcias, bastante común por aquella época.
Entre los personajes célebres que podemos encontrar aquí, quizá el más famoso sea el mismísimo Karl Marx, aunque también son interesantes las tumbas de Charles Dickens, Michael Faraday o George Eliot.
Lo cierto es que la lista de cementerios sería bastante más amplia, pudiendo destacar otros lugares como el Cementerio central de Viena, lugar en el que se ubica la tumba de Ludwig van Beethoven; el Cementerio Estadounidense de Normandía, memorial a la Segunda Guerra Mundial en Colleville-sur-Mer; el Cementerio Monumental de Staglieno, ubicado en Génova y famoso por sus preciosas esculturas; o el Cementerio de Mirooj, uno de los hitos más importantes yd estacados de Zagreb, Croacia.
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