Dicen que los estadios de fútbol son las “catedrales” de nuestro siglo. Si estás parando en un hotel en Barcelona aprovecha un rato libre para visitar el Nou Camp, el estadio del Fútbol Club Barcelona.
Camp Nou significa campo nuevo. En realidad se inauguró ya en 1957 sustituyendo al viejo estadio de Les Corts, que se había quedado pequeño con sus 60.000 espectadores. El nombre pensado inicialmente era Joan Gamper, en honor del fundador del club.
El diseño correspondió al arquitecto Francesc Mitjans quien lo pensó con capacidad para 90.000 espectadores, todo un desafío en aquellos tiempos. Desde entonces hubo varias remodelaciones que subieron el aforo a 120.000 (en 1981, de cara al Mundial de España del año siguiente) y después lo rebajaron a 98.934 para adecuarlo a las ordenanzas impuestas por la UEFA (1994), consiguiendo de paso la categoría de cinco estrellas.
Hay visitas diarias para ver los vestuarios, banquillos, palcos, sala de prensa, etc. También se ve el resto del complejo que aglutina el estadio, la sede administrativa del club, el Mini Estadi (donde juegan los equipos filiales y que, pese al nombre, tiene capacidad para 20.000 espectadores), el Palu Blaugrana (pabellón para el baloncesto, balonmano, hockey y fútbol sala), la pista de hielo y el Museu Blaugrana.
La entrada cuesta 17 euros (niños 14) y es el museo más visitado de Cataluña, con más de un millón de visitas al año. El Museu Blaugrana fue una idea de Gamper en los años veinte, aunque no se materializó hasta 1984: 3.500 metros cuadrados en dos plantas, una de ellas llena de trofeos, copas, camisetas de jugadores famosos, fotos y piezas curiosas de la historia del Barça, mientras que la segunda -un espacio audiovisual multimedia- recientemente inaugurado.
El Nou Camp está ubicado a corta distancia del centro, donde se ubican la mayoría de los hoteles en Barcelona, habiendo algunos en sus inmediaciones.