Los paisajes de Eslovenia parecen de cuento. Montañas cargadas de bosques, ciudades tranquilas y elegantes, muchas posibilidades de hacer turismo a tu aire. Si piensas tentarte con estos escenarios, debes llegarte hasta Bled, un lago pequeñito con una de las islas más románticas en su interior.
Una perla en el corazón de Europa para los más románticos ya que es conocida como la Isla de las Bodas.
La población de Bled está ubicada en la parte noroccidental de Eslovenia, a 50 km de la capital del país, Liubliana, y a pocos kilómetros de la frontera con Austria. Al caminar por la callecitas del pueblo nunca pierdes de vista a su lago, azul, perfecto, rodeado de verde. Uno de los atractivos naturales más bellos de la región es el lago Bled, es de origen glaciar, rodeado de un entorno idílico al pie de los Alpes Julianos.
En el centro del lago de aguas tranquilas y cristalinas se encuentra la única isla de Eslovenia, la pequeña isla de Bled ( o Blejski Otok), presidida por la Iglesia de la Asunción, donde se celebran numerosas bodas. Para llegar a la iglesia hay que subir unas empinadas escaleras. Según reza la tradición el novio debe hacerlo con la novia en brazos para asegurarse una feliz y larga vida juntos. Si tienes esa intención, ve haciendo ejercicio.
Si te animas hospedarte en un hotel en Bled, no debes perderte su pintoresco castillo medieval asentado en lo alto de un acantilado desde donde se pueden apreciar vistas magníficas del lago y de los alpes.
En verano es un lugar muy visitado por los turistas y se puede llegar a Bled desde la capital en tren o en autobús y de ahí coger un bote llamado “pletna” hasta la isla.
Por Bled pasan muchas rutas de cicloturismo y vías para practicar el senderismo, por lo que si quieres puedes cargar tu equipo deportivo para tus próximas vacaciones en un hotel en Eslovenia.