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Platos típicos de invierno

El invierno no ha terminado. Aún nos queda medio febrero y marzo por delante, y seguramente puede que los días más duros. No obstante, hay solución para todos estos días fríos y grises. Platos típicos de invierno que consiguen que nuestro cuerpo se caliente al instante; y es que, afortunadamente, toda la geografía española cuenta con un sinfín de recetas aptas para las bajas temperaturas.

Platos típicos de invierno

Sopas

Las sopas de ajo, por ejemplo, son una de las más deliciosas sopas para el invierno de nuestro panorama nacional. Son contundentes, y se hacen con pan duro, ajos, pimentón y caldo de carne. No obstante, dependiendo de la zona, podrían añadirse otros ingredientes como setas, bacalao o tomate. Las sopas deben estar sin duda dentro de los platos típicos de invierno.

Alubias

¿Quién diría que no a un buen plato de alubias en invierno? Las alubias se pueden cocinar (y se cocinan) con muchos ingredientes. Puedes probarlas con almejas en Asturias, pero también con bacalao, perdiz, setas, chorizo o verduras. Si prefieres algo diferente prueba el típico arròs amb fresols i naps de Valencia. Sí, arroz con alubias y nabos.

Potaje de alubias

Atascaburras

En Castilla-La Mancha tienen un plato que quita el frío al instante. Se llama atascaburras y es una de las comidas más tradicionales de toda España. Sus ingredientes son el bacalao, patatas cocidas, aceite de oliva, ajo y nueces. Todos se mezclan y se machacan hasta formar una especie de puré. Es contundente y denso, por lo que aporta las calorías suficientes para quitarnos el frío de un plumazo. Normal que esté entre nuestros platos típicos de invierno.

Cocido: platos típicos de invierno

El cocido es, sin lugar a dudas, uno de los platos típicos de invierno más castizos de nuestra geografía. En cualquier parte de España se puede degustar un cocido diferente. Te proponemos que reserves uno de los hoteles en Madrid que tenemos en la web y disfrutes del cocido en la capital. En Madrid son tres vuelcos: sopa, garbanzos y verdura y, para terminar, carne. De hecho, ya os dijimos dónde comer el mejor cocido. No obstante, en el resto de Comunidades Autónomas también hay variantes muy dignas. En Cantabria, por ejemplo, puedes probar el cocido montañés, que también lleva alubias, además de cerdo y berza.

Potaje de lentejas

Un buen plato de lentejas para los amantes de las legumbres. De pequeños no suelen gustarnos, pero cuando uno crece, empieza a apreciar su sabor. Es de los más comunes entres los platos típicos de invierno. Opciones para cocinarlas hay muchas, desde estofadas con chorizo, con costillas o con arroz. También a la jardinera o a la riojana. Dicen que pocos ingredientes aceptan tantas formas diferentes de cocina como las lentejas. Además, todo sea dicho, es un alimento con muchas propiedades, como el hierro o los hidratos de carbono.

Potaje de lentejas

Marmitako

En el norte de España saben comer, eso es así. Además de los pintxos, no puedes perderte el famoso Marmitako. Es uno de los pucheros más interesantes y sabrosos de la cordillera cantábrica. Sus ingredientes son el atún o bonito del norte, acompañado de patatas, cebolla, pimientos y tomates. Se cocina en cazuela de barro, de esas que tienen nombre propio; y es que el origen de estas cazuelas está en las marmitas, uno de los utensilios que los marineros llevaban en sus barcos para sus largas jornadas de pesca.

Patatas a la riojana

Las patatas a la riojana también desatan pasiones, y no es para menos. Patatas, chorizo y pimentón se unen en un plato simple, pero con un sabor delicioso. Es ideal como uno de los platos típicos de invierno.

Migas: platos típicos de invierno

Las migas son otra de esas delicias que pueden verse en las mesas españolas. Es otro plato típico de invierno, de esos que tienen historia. Perfecto para el mal tiempo y el frío, las migas cambian dependiendo de la región y la ciudad. Las migas extremeñas, por ejemplo, se hacen con pan. No obstante, en Almería, estas migas se hacen con harina. Eso sí, siempre tienen que estar esponjosas y con un buen acompañamiento.

Olla podrida

Aunque el nombre no incita a comerlo, la olla podrida es un auténtico manjar invernal. Es de la zona de Burgos, y aunque podría conducir a error, eso de podrida viene de “poderida”, que hacía referencia a los ingredientes poderosos con los que está hecho el plato. Se trata de un guiso de alubias rojas, chorizo, morcilla, costilla, morro y pezuñas de cerdo. Vamos, una bomba de relojería que hará que se te pase el frío en la primera cucharada.

¿Frío? ¿A quien le importa el frío, cuando puede uno sentarse a la mesa y disfrutar de estos platos tan típicos de la estación invernal?

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