Zamora es conocida como la “Ciudad del Románico” por su impresionante patrimonio, pero la provincia guarda auténticas joyas rurales que merecen un viaje aparte. Hoy te proponemos un recorrido por algunos de los pueblos bonitos de Zamora que te van a enamorar por su historia, su entorno y sus curiosidades.
Pueblos bonitos de Zamora: imprescindibles
Si ya sabes qué ver en Zamora en 2 días, supondrás que sus pueblos son un destino ideal para perderse unos días. Desde rincones medievales a orillas del Duero, hasta pequeños pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Vamos a descubrir aquí su encanto más auténtico. ¡Empezamos!
Puebla de Sanabria
Sin duda, uno de los pueblos bonitos de Zamora más conocidos. Situado junto al río Tera y con el Parque Natural del Lago de Sanabria muy cerca, ofrece un casco histórico medieval espectacular. El castillo del siglo XV, con su gran torre del homenaje, guarda desde lo alto unas vistas únicas. La iglesia de Santa María del Azogue, de origen románico, es otro de sus tesoros.
Sus calles empedradas invitan a pasear sin prisa, disfrutando de balcones floridos y rincones con encanto. En Navidad, Puebla de Sanabria se ilumina con un despliegue de luces que rivaliza con el de grandes ciudades; atrayendo a miles de visitantes y convirtiéndose en un auténtico pueblo de cuento.
Toro, pueblos bonitos de Zamora
Famoso por sus vinos con Denominación de Origen, Toro es también uno de los pueblos bonitos de Zamora con más historia. La Colegiata de Santa María la Mayor, con su impresionante portada de la Majestad, es una joya del románico tardío. Además, en sus bodegas subterráneas podrás probar el característico vino tinto de la zona.
En Toro se proclamó heredero al príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, en 1505. Pasear por sus murallas, la plaza Mayor o la Puerta del Mercado es como retroceder a la época medieval. ¿Sabías que durante la Edad Media, Toro fabricaba su propia moneda?
Fermoselle
Ubicado en pleno Parque Natural de Arribes del Duero, Fermoselle es conocido como “el balcón del Duero” gracias a sus impresionantes miradores sobre los cañones del río. Sus calles estrechas y empinadas esconden más de 1.000 bodegas excavadas en la roca, muchas de ellas visitables.
La gastronomía aquí es un festín para los sentidos: embutidos, vinos y quesos artesanales que puedes degustar en las tabernas del pueblo. En verano celebran la “Fiesta de las bodegas”, donde se abren algunas de las más antiguas para que los visitantes las conozcan.
Benavente, pueblos bonitos de Zamora
Este pueblo fue un importante enclave en la antigua Vía de la Plata. Hoy conserva un casco histórico lleno de vida, con plazas, soportales y monumentos destacados. La Torre del Caracol, parte del Parador Nacional, es uno de sus símbolos.
Entre sus joyas arquitectónicas está la iglesia de Santa María del Azogue, con un espectacular ábside poligonal. Aquí se firmó en 1230 el acuerdo que unificó los reinos de León y Castilla bajo Fernando III. Y si visitas Benavente en Semana Santa, no te pierdas la famosa Procesión del Encuentro, una de las más emotivas de la provincia.
Villalpando
Tranquilo y acogedor, este pueblo sorprende por sus murallas medievales y la imponente Puerta de San Andrés, que da la bienvenida al visitante. Su plaza porticada conserva el ambiente de antaño, cuando era punto clave de comercio en la zona. Es uno de los pueblos bonitos de Zamora más interesantes que ver.
En Villalpando se mantiene viva la tradición de elaborar pan en hornos de leña, siguiendo recetas centenarias. En el pasado fue conocido por su producción de sal, que se extraía de manantiales salinos cercanos, algo poco habitual en el interior de la península.
Santa Cruz de los Cuérragos
Situado en plena Sierra de la Culebra, este pequeño pueblo es un ejemplo perfecto de arquitectura tradicional sanabresa. Casas de piedra con tejados de pizarra, hórreos y molinos que parecen sacados de otra época.
Es uno de los pueblos bonitos de Zamora menos conocidos, lo que le da un encanto especial. No tiene comercios ni apenas tráfico, y por la noche se puede disfrutar de uno de los cielos estrellados más limpios de Castilla y León. Además, en otoño la zona se llena de ciervos en plena berrea, un espectáculo natural impresionante.
Muelas del Pan
Su nombre ya despierta curiosidad. Este pueblo combina historia y naturaleza gracias a su cercanía al embalse de Ricobayo, ideal para practicar deportes acuáticos. El puente medieval sobre el río Esla es uno de sus puntos más fotografiados de todos los pueblos bonitos de Zamora.
En sus alrededores se han encontrado restos arqueológicos que muestran que fue habitado desde tiempos prerromanos. Y si eres amante de las leyendas, aquí se cuenta la historia de un molino que nunca dejó de moler, incluso sin agua, lo que dio lugar a supersticiones locales.
San Martín de Castañeda
A orillas del Lago de Sanabria, este pequeño pueblo es famoso por su monasterio cisterciense del siglo XII. Su iglesia conserva bellos detalles románicos y góticos. Desde el pueblo parten rutas hacia miradores que regalan vistas espectaculares del lago y de la sierra.
Cuenta la leyenda que bajo el lago hay un pueblo sumergido, castigado por su soberbia, y que en las noches tranquilas se pueden oír las campanas de su iglesia bajo el agua. Esta historia ha pasado de generación en generación y forma parte del encanto misterioso del lugar.
Pereruela, pueblos bonitos de Zamora
Famosa por su alfarería, aquí se elaboran a mano los hornos y cazuelas de barro más conocidos de España. Pasear por el pueblo es encontrarse con talleres donde aún se conserva la técnica artesanal transmitida de padres a hijos.
Además de su tradición alfarera, el entorno de Pereruela invita a disfrutar de paseos entre encinas y dehesas. Aquí no es raro encontrar rebaños de ovejas pastando tranquilamente, una de las cosas que hace que sea uno de los pueblos bonitos de Zamora.
Tábara
Este pueblo fue un importante centro cultural en la Edad Media gracias a su monasterio, donde se copiaban e iluminaban códices que hoy se conservan en grandes bibliotecas. La iglesia de Santa María, con su torre románica, es uno de sus símbolos.
El famoso “Beato de Tábara”, un manuscrito ilustrado del siglo X, es uno de los ejemplos más valiosos del arte mozárabe. Además, Tábara es punto de paso del Camino de Santiago Sanabrés, lo que le da un ambiente acogedor y cosmopolita.
Y hasta aquí nuestro listado de pueblos bonitos de Zamora que no te puedes perder. Cada uno de ellos tiene algo especial que lo hace único, ya sea su patrimonio, su entorno o las historias que guarda. Si buscas una escapada auténtica, reserva uno de los hoteles en Zamora que te proponemos, esta provincia te está esperando.
Preguntas frecuentes: Pueblos bonitos de Zamora
¿Cuál es el pueblo más bonito de Zamora?
Aunque es difícil quedarse solo con uno, Puebla de Sanabria suele encabezar las listas gracias a su casco histórico medieval, su castillo y su cercanía al Lago de Sanabria. No obstante, Fermoselle y Toro también son grandes candidatos por su encanto y su importancia cultura¿Qué pueblos de Zamora tienen más historia?
Toro y Benavente destacan por su relevancia histórica. En Toro se proclamó heredero al príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, y Benavente fue clave en la unificación de León y Castilla. Tábara también tiene un pasado cultural muy importante, ligado a la creación de manuscritos medievales.¿Qué pueblos de Zamora están en entornos naturales?
Fermoselle, Santa Cruz de los Cuérragos y San Martín de Castañeda son perfectos si buscas naturaleza. Están rodeados de parques naturales, bosques y paisajes únicos, como los Arribes del Duero o el Lago de Sanabria.
¿Cuándo es la mejor época para visitar los pueblos bonitos de Zamora?
Primavera y otoño son ideales por el clima agradable y los paisajes llenos de color. En invierno, Puebla de Sanabria luce espectacular con sus luces navideñas, y en verano, el Lago de Sanabria ofrece opciones para disfrutar del agua y las actividades al aire libre.