Niza es una preciosa ciudad francesa situada en el departamento de los Alpes Marítimos, región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Es uno de los centros turísticos más importantes de la Costa Azul, un lugar que está muy próximo a la frontera con Italia. Como veremos, esta proximidad italiana se puede apreciar en parte de su trazado y edificios; y es que en Niza, concretamente en su centro, uno parece estar paseando por la costa del país vecino.
Lugares que ver en Niza
Para empezar nuestra visita a Niza, podemos recorrer su playa. Abarca varios kilómetros, todos ellos mostrando diferentes facetas de este núcleo urbano, desde la parte más moderna hasta la más clásica, con palacios como el Hotel Le Negresco o el Casino.
Por este paseo podemos acceder al centro histórico, con unas callejuelas estrechas llenas de encanto. Este centro tiene un estilo totalmente italiano, con casas de amplios ventanales y colores cálidos. Cuenta con un sinfín de comercios como floristerías, carnicerías y sí, también tiendas de pizza al corte.
Además de las calles y su ambiente, podemos visitar las iglesias de la ciudad. En el centro encontrarás algunas muy bellas como la Chapelle de la Miséricorde. Está considerada como una de las joyas barrocas de la urbe, por lo que merece una visita. Y también merece la Basílica Catedral de Santa María y Santa Reparata. Es un monumento barroco inspirado en el interior de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.
Por su parte, la Iglesia San Martín/San Agustín es otro lugar recomendado. En su interior, entre otros, podrás ver un gran retablo del siglo XVI que representa la Piedad.
Si quieres seguir viendo evidencias de lo italianizada que está esta ciudad, deberías visitar el Palais Lascaris. Está diseñado al estilo de los palacios genoveses, por lo que ya desde su fachada va a enamorarnos por completo. Cuenta, además, con salones recargados y una imponente escalera monumental.
Otra de las visitas imprescindibles en Niza es la del Parque Coline du Chateau. Es un precioso parque victoriano con un gran número de pasadizos secretos y una gran cascada que surge de la cima de la colina. Un lugar que parece impregnarlo todo de una magia especial. En su origen, este lugar contaba con una fortaleza medieval, alrededor de la cual creció la ciudad. No obstante, fue completamente desmantelada y en la actualidad sólo encontraremos este precioso jardín botánico.
Si te atreves con los escalones, nada más y nada menos que 200, no te olvides de subir a lo más alto. Desde allí, la vista de Niza es puro espectáculo. Si prefieres guardar fuerzas para el resto de la jornada, la colina del castillo se puede subir también en ascensor, aunque te recomendamos que subas a pie ya que durante el paseo podrás encontrar dos lugares imprescindibles. Por un lado está el cementerio del castillo, creado a finales del siglo XVIII con un amplio repertorio de monumentos funerarios al estilo de los cementerios monumentales de París. Por otro lado, está el cementerio judío, lleno de impresionantes tumbas y estrellas de David. Si te gusta el necroturismo, no te pierdas ninguno de los dos.
Por otra parte, pocos turistas se resisten al Mercado de las flores de Niza. Es uno de los lugares más bellos de la ciudad. Se celebra justo al lado del edificio de la famosa Ópera de Niza, a un par de calles de la playa. Todos los días puedes recorrer los puestos observando una diversidad enorme de productos locales como jabón de Marsella o flores de lavanda.
La Plaza Garibaldi es la entrada al barrio más moderno de Niza, el barrio Bonaparte. Este barrio está enfocado plenamente al diseño. Aquí, además de comenzar un área nueva, podrás encontrar numerosos restaurantes con buenas críticas, sí, también estudios de muebles de diseño para los amantes de la decoración más refinada.
A poca distancia de la estatua de Garibaldi de esta plaza, encontraremos la estatua la Tête Carrée, un nuevo icono contemporáneo de Niza. Podremos observar una enorme cabeza cuadrada que acoge las oficinas y la biblioteca municipal Louis Núcera. Sus dimensiones son importantes: 30 metros de alto y 14 metros de ancho. La gran cabeza cuadrada se sitúa entre el Museo de Arte Contemporáneo y el Palacio de Congresos y Exposiciones de Niza, en la Promenade des Arts.
Si bien es cierto que la visita al Museo de Arte Contemporáneo es recomendable, no podemos olvidarnos del Museo Matisse. El artista francés Henri Matisse se trasladó desde París a Niza en 1917. Aquí vivió sus últimos años, siendo el lugar en el que desarrolló su técnica del recortado.
De Niza recordarás sus aires mediterráneos, su alegría y frescor, pero también sus aires culturales, vestigios aún de pasadas épocas de esplendor.
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