Zamora es un precioso municipio español lleno de monumentos religiosos de gran interés turístico; no podemos olvidarnos que el casco antiguo de esta ciudad está calificado como Conjunto Histórico-Artístico, en parte por el extraordinario conjunto de arte románico que guarda entre sus calles, el más importante de España y uno de los más destacados de toda Europa.
Hay que destacar que Zamora fue un importantísimo núcleo urbano. Una urbe con muchísimo poder político y económico en la península durante los siglos X y XIII. Es por este motivo que durante esta época, la prosperidad económica consiguió que la ciudad se llenara de templos religiosos de estilo románico. Verdaderas joyas arquitectónicas que hoy por hoy podemos visitar en nuestro recorrido por la ciudad.
¿Qué debemos visitar en Zamora?
Si bien es cierto que iglesias hay un enorme número de ellas, hay dos templos que destacan por encima de otros, la Catedral y la iglesia de la Magdalena. Así, podemos decir que el abundante románico de la ciudad cuenta con dos piezas clave.
La Catedral de Zamora fue construida en el siglo XII, y aunque a lo largo de los siglos se han ido incorporando nuevos elementos decorativos, lo cierto es que es posible observar la catedral románica original. Podemos observar su estructura a través de sus impactantes escalonamientos. Podemos admirar su torre campanario.
La cúpula es quizá el elemento más destacado de la catedral, además de ser un símbolo de la ciudad. Una genialidad arquitectónica que es visitada por miles de turistas al año.
Cúpula de la Catedral de Zamora
Con tres naves y un crucero, tres ábsides circulares y una rica decoración románica, esta catedral cuenta también con un campanario interesante. Se trata de una torre cuadrangular con tres pisos de ventanas y recto coronamiento.
Como comentábamos, muchos elementos han ido incluyéndose con el tiempo, por ejemplo, los ábsides románicos originales fueron sustituidos por otros góticos. Aun así, sigue siendo un templo de esos que hacen que los visitantes queden completamente boquiabiertos. Y un imprescindible qué ver en Zamora.
Otro tesoro del románico es la Iglesia de La Magdalena. Se trata de un Monumento Nacional desde 1910. Un templo que pese a ser de construcción tardía, ha conseguido situarse como uno de los más importantes de la ciudad.
Fue construido entre el siglo XII y XIII. Cuenta con una portada hermosísima llena de una decoración interesante, pero además, en su interior cuenta con elementos tan interesantes como un sepulcro de finales del románico en el que aparece una dama con dos ángeles, una muestra increíble de la decoración escultórica de esta iglesia.
Aunque estas dos joyas son las más importantes, lo cierto es que Zamora cuenta con una lista de iglesias románicas interminable, entre las que destacamos la Iglesia de San Pedro y San Ildefonso, la de Santiago de los Caballeros, la Iglesia de San Claudio de Olivares, la Iglesia de San Isidoro o la Iglesia de San Cipriano, que además se usa como sala de conciertos para espectáculos como el Festival Internacional de Música Pórtico de Zamora.
Iglesia de San Isidoro en Zamora
Alojamiento en Zamora
En cuanto al alojamiento, podemos destacar hoteles como el Hotel Rey Don Sancho. Se trata de un establecimiento de 3 estrellas bien conectado con el centro de la ciudad. Cuenta con 86 habitaciones, todas ellas dotadas de calefacción, canal plus, cunas, hilo musical, teléfono y TV. Asimismo, el hotel cuenta con bar 24 horas, caja fuerte, discoteca, restaurante y lavandería, entre otros.
Otra estupenda opción es el Hotel NH Palacio del Duero, un establecimiento de 4 estrellas ubicado en el antiguo convento de San Juan de Jerusalén. Está en pleno centro histórico de la ciudad y cuenta con lujosas habitaciones con acceso a internet, aire acondicionado central, baño, caja de seguridad, minibar, nevera y secador, entre otros.
Asimismo, el hotel cuenta con acceso a internet en todo el edificio, aire acondicionado, aparcamiento, bar, garaje, restaurante y servicio de habitaciones.
Finalmente os recomendamos el Hotel Parador de Zamora. Ubicado en la Plaza de Viriato, en el centro de la ciudad, este hotel se aloja en un hermoso Palacio del siglo XV, por lo que nos alojaremos en un edificio histórico de gran belleza.
En su interior, las habitaciones cuentan con aire acondicionado, bañera, caja de seguridad, calefacción individual, minibar, secador y teléfono de línea directa.
Foto vía: Turol Jones