Si existe un monumento al amor en el mundo, éste es el Taj Mahal. Este impresionante palacio mausoleo se encuentra en la ciudad de Agra, y lo mejor es visitarlo haciendo base en un hotel en Nueva Delhi.
Se encuentra a unos 200 km al oeste de esta ciudad, o de camino hacia otra de las grandes ciudades santas indias, Varanasi. Lo ideal es contratar a tu llegada un rickshaw para todo el día, que te llevará desde la estación de tren al fuerte, al Taj Mahal y te esperará en la puerta para llevarte de regreso a la estación.
La historia del Taj Mahal es bien conocida : el emperador Mughal Shah Jahan mandó a levantarlo en memoria de su esposa favorita, Mumtaz Mahal, y le rodea con un aura de romanticismo no exenta de tragedia. Aquí nos vamos a detener en darte algunos consejos de viaje para que aproveches tu visita.
El Taj Mahal es considerado como la “joya de arte musulmán en India” y ha sido considerado como Patrimonio de la Humanidad en 1983. Las puertas del Taj Mahal están siempre abarrotadas de mendigos. Y cuando pagas la entrada (unos 15 euros aproximadamente, una fortuna para cualquiera de ellos) accedes a otro mundo.
Nuestro consejo de viaje es que entres por la Puerta Sur, y tendrás un espectáculo inolvidable con el mausoleo reflejado en el agua de las fuentes, y sus mármoles brillando al sol. Te sugerimos que te extiendas tu visita hasta el atardecer, cuando los colores del cielo tiñen el edificio de rojos, rosados y naranjas.
Atención: los viernes (día sagrado musulmán) está cerrado al público visitante.
Si tienes pensado un viaje romántico y que te pille San Valentín en un lugar único, no te lo pienses: busca un hotel en Agra o en Delhi, contrata un transporte local y pásate el día en el Taj Mahal, uno de los monumentos levantados por amor mas bellos del mundo.