El norte de España es, sin lugar a dudas, uno de los destinos favoritos por los españoles para viajar en verano. Temperaturas agradables, paisajes verdes y playa son posibles en esta zona del país. Si bien es cierto que son muchos los pueblos costeros que se pueden destacar en lugares como Asturias, siempre despunta alguno, como Cudillero, que es considerado uno de los pueblos bonitos de Asturias imprescindible.
En este pueblo de Asturias, la fragancia del mar se percibe en cualquier rincón. Quizá sea su forma escalonada, a modo de anfiteatro abrazando el mar, quizá su tradición como pueblo pesquero. Sea como sea, además de salitre, en este pueblo encontrarás casas de lo más llamativas. Fachadas de colores que se presentan como casas colgantes, comunicadas, todas ellas, por empinadas calles y pequeños miradores.
Tanto aquí. En Cudillero, como en los alrededores, se pueden realizar visitas turísticas descubriendo templos con diferentes estilos arquitectónicos, desde gótico hasta barroco. Así, destaca, por ejemplo, la Iglesia Parroquial de Souto de Lluiñas, que data del siglo XVIII, o la Iglesia de San Pedro, que fue construida con un precioso estilo gótico allá por el siglo XVI.
Es cierto que Cudillero no cuenta con una oferta amplísima de hoteles. Aun así, es posible encontrar alojamiento de calidad en este municipio, como por ejemplo el Hotel Casa Prendes, un establecimiento de 2 estrellas de trato familiar y con tan sólo 9 habitaciones, todas ellas exteriores y decoradas con encanto. Hay que destacar que en cinco de ellas hay bañera de hidromasaje, en el resto ducha de hidromasaje. El broche perfecto para una visita de 10 a este precioso pueblo.
Turísticamente hablando, pasear por las calles de Cudillero ya será una maravilla. No obstante, hay que destacar el entorno de este pueblo; y es que en el conejo hay un total de 23 playas. Además, a pocos kilómetros encontrarás otras tantas pertenecientes a otros concejos como puedan ser Valdés o Muros de Nalón.
No todas estas playas son de acceso fácil, pero lo cierto es que esas a las que cuesta llegar son las que mayor belleza atesoran. Por ejemplo, podrás maravillarte con la playa del Muriellu. Se trata de una playa prácticamente rodeada por acantilados, sólo accesible durante una larga caminata campo a través. No obstante, la vista de este tramo de costa con el islote El Ballenato en frente, merece completamente la pena.
Otra opción de características similares es la playa de Ballota. Como en el caso anterior, también pertenece al Paisaje Protegido de la Costa Occidental. Además, también es de difícil acceso a pie. Esto consigue que sea un lugar tranquilo, apartado y relajante. Una playa casi virgen completamente aislada. Una tira estrecha bordeada de enormes acantilados a la que podremos llegar tras realizar un recorrido a pie de unos 25 minutos.
Si viajas en familia y te apetece una playa más accesible y con mayores servicios, una buena opción puede ser la playa de Concha de Artedo. Este tramo de costa es muy apreciado en Asturias; y es que, aunque cuenta tan sólo con 700 metros, está dotada con la ansiada Bandera Azul. Un buen lugar para conocer de primera mano estos paisajes Protegidos de la Costa Occidental. Además, para los curiosos, en la zona hay historias que aseguran que, durante la Segunda Guerra Mundial, en esta playa fondearon submarinos. No obstante, no existen documentos escritos sobre ello que puedan confirmarlo.
¿Te apetece una visita extra de lo más especial? A tan sólo 40 kilómetros de Cudillero, cerca de Luarca, encontrarás un sitio poco conocido, pero con una belleza desbordante. Se trata de la Reserva Natural de Barayo, un lugar de 2.500 hectáreas que cuenta con una amplísima biodiversidad.
Además de paisajes únicos, este lugar destaca por ser uno de los pocos lugares de Europa donde aún habitan nutrias en libertad. Esto certifica que la zona aún está libre de contaminación, siendo por tanto una parada obligada si viajamos a esta parte de Asturias.