Alcañiz es una localidad aragonesa ubicada en la provincia de Teruel. Capital histórica del Bajo Aragón, Alcañiz es una ciudad con mucha historia a sus espaldas. Aquí encontramos desde pinturas rupestres de arte levantino hasta edificaciones medievales, pasando por un yacimiento íbero-romano (El Palao).
El patrimonio artístico de Alcañiz parece no tener fin. No deja indiferente a nadie, pues aquí, en esta preciosa ciudad, encontrarás las huellas de diferentes épocas perfectamente conservadas.
Los amantes del gótico podrán adentrarse en el pasado medieval de la población visitando lugares como el castillo de Alcañiz. El Castillo de los Calatravos perteneció a la Orden Calatrava, importantísima en la reconquista de esta villa en 1157. En su interior, se pueden destacar las dependencias más antiguas, de los siglos XII y XIII. Así como la torre del homenaje, la cual cuenta con unas pinturas murales góticas de gran belleza.
También es interesante visitar la lonja gótica, ubicada en la playa mayor y construida en el siglo XV. No te pierdas el conjunto de pinturas góticas de la iglesia de Santa María La Mayor. En esta misma iglesia, nos llamará la atención la portada románica, de una belleza desbordante.
En Alcañiz también se levantaron un buen número de edificios y monumentos barrocos. Quizá uno de los mejor conservados sea el Palacio de los Comendadores. Este castillo convento cuenta además con una peculiaridad. A día de hoy, si queremos, podemos hospedarnos en una de sus habitaciones. Sí, el palacio es, actualmente, el Parador de Alcañiz.
Pasear por esta hermosa ciudad nos regalará, además, la vista de diferentes restos medievales, como la muralla, torreones o grandes portales como el de Loreto.
Plaza de España, en Alcañiz – foto de Jome
Bajo la Oficina de Turismo de la ciudad, el turista encontrará también un espacio subterráneo accesible. Se trata de una red de pasadizos y estructuras subterráneas, antigua nevería, bodega y galerías. Partes de estas galerías eran usadas para guardar durante todo el año nieve y hielo para la conservación de alimentos.
A cuatro kilómetros de la población encontramos el yacimiento de El Palao. Se trata, nada más y nada menos, que del enclave urbano más grande en el territorio del Bajo Aragón. El poblado descansa sobre un estratégico cerro, aislado y con una visión extensa sobre el territorio. Cabe destacar que a día de hoy se sigue trabajando en las excavaciones, pues gran parte del mismo sigue oculto.
La ciudad, además, cuenta con otros atractivos de interés un poco más “actual”; y es que Alcañiz es conocida por el Circuito de Motorland, sede del Gran Premio de Aragón de Motociclismo. Visitar el circuito es posible. Apto para los amantes de este deporte y para los curiosos que quieran descubrir cómo son las instalaciones de un circuito de este rango.
Como podemos ver, son muchas las cosas a destacar de Alcañiz, pero, además, también es importante recordar sus fiestas, por ejemplo, su Semana Santa, declarada Interés Turístico Internacional.
La Semana Santa en Alcañiz es especial y única. Las túnicas son azules, a diferencia de las túnicas de todos los demás pueblos que forman parte de la conocida como Ruta del Tambor y del Bombo. Tampoco se toca el bombo, sino el tambor. Además, no se “rompe” la hora, como es propio de las poblaciones de esta ruta. Aquí, el Viernes Santo, los habitantes de Alcañiz salen a mediodía de sus casas “palilleando”. Todos se concentran en la plaza, esperando expectantes la procesión del Pregón, que es el acto más importante de esta Semana Santa.
Y para aquellos que disfrutan de la gastronomía de los lugares que visitan, recordad que Alcañiz cuenta con productos con denominación de origen, como el aceite de oliva del Bajo Aragón o el delicioso jamón de Teruel. Además, también son destacables platos típicos como el cordero a la pastora, las alubias con perdiz, la fritada con caracoles, el arroz de bacalao con patatas o el famosísimo chirigol, elaborado con productos de la huerta alcañizana.
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