Seguramente al pensar en un viaje a Dinamarca, pensarás en buscar un hotel en Copenhague y recorrer su capital. Muy bien. Pero hay mucho más.
Veamos:
Skagen: un romántico pueblo pesquero en el norte de Dinamarca, y uno de los destinos turísticos de moda en Escandinavia.
Ebeltoft: una ciudad medieval, recostada en una suave ladera con pintorescas calles empedradas. Allí podrás visitar una fragata histórica y el museo del cristal.
Mons Klint: hogar de los famosos e impresionantes acantilados blancos de Mon, un enorme yacimiento de fósiles que pueden verse en el Museo Geológico de Mons Klint.
Ruta ciclista de la costa este: si quieres mimetizarte con los daneses, debes andar en bicicleta. Nada mejor que esta ruta de 550 kilómetros que va desde el Mar de Wadden, en el sur, hasta las playas de Jutlandia, en el norte.
Roskilde: sede de la catedral y las tumbas de los monarcas daneses. Aquí también encontrarás el Museo de barcos vikingos más impresionante, además de ser la sede de uno de los más importantes festivales de rock de Europa.
Ribe: es la ciudad más antigua de Escandinavia. No te puedes perder una visita a su catedral, vagar por sus calles empedradas y conocer sus iglesias y monasterios medievales.
Elsinore: sí, estamos en tierra de Hamlet. En esta ciudad medieval se encuentra el castillo de Kronborg, escenario de ficción de la obra de Shakespeare.
Smaso: una isla totalmente ecológica, la primera isla libre de carbono y emisiones. Puedes llegar a ella através del ferry desde Jutlandia. Una isla donde las energías renovables son ya una realidad.
Dinamarca, un pequeño país con mucho por descubrir.
Foto/Flickr de Allie_Caulfield
Foto/Flickr de KLMircea