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Qué ver en Ginebra en 2 días

Dicen que Ginebra es una de las ciudades en las que mejor se vive de todo el mundo. No sabemos si eso es cierto, pero lo que sí sabemos es que es una visita obligada si viajas a Suiza.

Hoy te vamos a mostrar una guía de qué ver en Ginebra en 2 días para que puedas organizar bien tu tiempo y no te olvides de absolutamente nada.

Primer día en Ginebra

Podemos comenzar la ruta en Maison Tavel. Este lugar es el hogar del Museo de Historia Urban, un precioso edificio. Es una antigua mansión burguesa que hoy nos habla de la vida en Ginebra desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

Durante esta primera jornada podemos ver también otros museos de la ciudad como puede ser el Museo Patek Philippe. No nos olvidemos que en Ginebra, y en Suiza en general, los relojes han hecho historia. Patek Philip es una de las marcas más famosas y reconocidas. Así, podemos ver el trabajo de cinco siglos de esta artesanal casa. Podrás ver relojes de pulsera del año 1800, ejemplos de los relojes más laboriosos de la historia o el más pequeño que puedas imaginar.

Otro museo que no puedes perderte es el Museo de Arte e Historia. Ubicado en un edificio señorial de 1910, cuenta con cinco plantas en las que se reúnen más de 600 mil obras de diferentes disciplinas artísticas. Podrás ver desde hallazgos arqueológicos hasta cuadros de Monet o Picasso.

Visita a continuación la Catedral de Saint-Pierre. Se trata del templo más importante de Ginebra, muy cerca de la Maison Tavel y mirando desde lo alto del casco histórico al resto de la ciudad. Data del siglo XII y cuenta con varios estilos, como el gótico, el románico o el neoclásico. Asimismo, no podemos olvidar de su papel histórico; y es que esta iglesia fue la iglesia madre de Calvino, el líder de la Reforma Protestante.

Catedral Saint Pierre, Ginebra

Durante este primer día, una visita imprescindible que ver en Ginebra será el Monumento a la Reforma. Para ello, debes cruzar el parque Promenade de la Treille. Llegarás al Parc des Bastions. En su centro está uno de los iconos de la ciudad. Se trata de una pared de piedra de casi 100 metros de largo y nueve de altura decorada con estatuas de la Reforma Protestante.

En este parque también puedes visitar la Place Neuve, epicentro cultural de la ciudad. Visita el Conservatorio de Música, el Museo Rath y el Gran Teatro.

Centro de Ginebra

Segundo día en Ginebra

Podemos comenzar este segundo día con uno de los símbolos indiscutibles de la ciudad, Jet d´Eau, o lo que es lo mismo, el chorro de agua. Es una de las fuentes más grandes del mundo. Visible desde cualquier parte de la ciudad, pues alcanza los 140 metros de altura, se ve mejor al acercarnos al muelle de piedra en la orilla del lago.

Jet d´Eau, Ginebra

Otra punto interesante que ver en Ginebra es el de la Broken Chair, la silla partida. Esta escultura se encuentra en equilibrio inestable en tres pies. El cuarto ha estallado en mil pedazos. Quiere demostrar, de alguna forma, como las víctimas de la guerra pueden permanecer de pie, con dignidad.

Dicen que la mejor hora de visitar el Jardín Inglés y el Lago Lemán de Ginebra es de día, a primera hora de la mañana. Es un lugar precioso con más de 2 hectáreas de tranquilidad y sosiego. Un paseo de lo más relajante entre jardines de estilo inglés que, además, nos mostrará lugares como el Monumento Nacional, el Reloj de Flores o la fuente Quatre Saisons.

Pasea también por la Isla Rousseau. Esta pequeña isla era conocida como isla de los barcos. Era un lugar que servía de bastión. No obstante, en 1832 se unió al resto de la ciudad con el Pont des Bergues. Unos años después, James Pardier esculpió una estatua de bronce en honor al filósofo y la isla pasó a llamarse Isla Rousseau.

En este segundo día también podemos visitar el Monumento a Brunswick, que no es otra cosa que la réplica de un antiguo mausoleo familiar italiano para recordar al Duque de Brunswick, el mismo que donó toda su fortuna a la ciudad.

Para terminar, pasea por el Parc de La Grange. Es el parque más grande de la ciudad, con un rosal por metro cuadrado (12.000 m²). Un elegante jardín lleno de terrazas, estanques y pérgolas que pondrán el broche perfecto a este viaje.

Recuerda, de cualquier modo, que otra opción más que recomendable es el clásico paseo en barco por el lago Lemán. Son varias las compañías que lo hacen, y para ello solo tienes que reservar tu plaza con antelación o bien sacar el ticket en uno de los embarcaderos de la ciudad.

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