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Pueblos bonitos de Mallorca

Esta isla ofrece mucho más que sus conocidas playas y su vida nocturna. Te mostramos los pueblos bonitos de Mallorca que tienes que visitar durante tu viaje. Su interior esconde lugares que parecen sacados de un cuento, llenos de historia y encanto. Y sus pintorescos pueblos de costa rodeados de aguas transparentes te dejarán maravillado. Hoy te invitamos a descubrirlos gracias a nuestra guía. ¡Empezamos!

Pueblos bonitos de Mallorca: lista de imprescindibles

Valldemossa

Empezamos nuestro recorrido de los pueblos bonitos de Mallorca en Valldemossa, un pueblo situado en la Sierra de Tramontana. Este lugar es conocido por su impresionante Cartuja.
Pasea por sus calles empedradas y visita la Iglesia de San Bartolomé.
Como curiosidad te contamos que durante un tiempo, estuvieron aquí el compositor Frederic Chopin y la escritora George Sand.
Además, no puedes irte sin probar una «coca de patata», un delicioso dulce local que está entre los productos qué comer en Mallorca.

Deià

Deià es otro de los pueblos bonitos de Mallorca que debes visitar. Está ubicado en en el noroeste de la isla y está rodeado de naturaleza. Este pequeño pueblo ha sido hogar y fuente de inspiración para numerosos artistas.

Recorre sus callejuelas y descubre sus galerías de arte. Visita la casa museo del escritor Robert Graves y disfruta de las vistas al mar desde la iglesia del pueblo.
En Deià también encontrarás calas escondidas como Cala Deià, perfecta para un baño tranquilo.

Cala Deià

Sóller: pueblos bonitos de Mallorca

Sóller es conocido por su encantador tranvía y su ambiente. Llega a este pueblo en el histórico tren de Sóller desde Palma y disfruta del paisaje durante el trayecto. Es una gran idea si viajas con niños a Mallorca, lo pasarán genial.

No te pierdas la Plaza de la Constitución, rodeada de cafeterías y la impresionante iglesia de Sant Bartomeu. Desde Sóller, también puedes visitar el puerto y sus alrededores.

Sóller

Fornalutx

Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Fornalutx te enamorará con sus calles adoquinadas y casas de piedra. Se sitúa en la Sierra de Tramontana, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 2011.
Pasea por sus rincones y visita la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora. La subida hasta el mirador te recompensará con unas vistas impresionantes del valle y las montañas. ¡No te lo puedes perder!

Pollença

Pollença es otro de esos lugares que no puedes dejar de ver. Este es uno de los pueblos bonitos de Mallorca que deberías incluir en tu lista gracias a su interesante historia de más de 3.000 años. Durante este tiempo ha sido conquistada y reconquista por diferentes civilizaciones que han dejado huella en este lugar.
Su ambiente bohemio y sus callejuelas llenas de vida te enamorarán.

No olvides subir los 365 escalones del Calvario para disfrutar de una vista panorámica del pueblo y su entorno. A lo largo de esas escaleras encontrarás tiendas de recuerdos y con hasta 14 cruces que recuerdan el calvario que sufrió Jesucristo en su camino al Monte Gólgota para su crucifixión.
El Convento de Santo Domingo y el Puente Romano son también visitas obligadas que deberías visitar. ¡Toma nota!

Pollença

Alcúdia

Alcúdia es famosa por sus murallas medievales que rodean el casco antiguo. Se trata de uno de los pueblos bonitos de Mallorca más conocidos.
Camina por sus calles y descubre edificios históricos, tiendas y restaurantes encantadores.

Visita el Museo Monográfico de Pollentia y la iglesia de Sant Jaume. Los alrededores de Alcúdia también son impresionantes, con playas como la Playa de Muro; una de las mejores playas de Mallorca para ir con niños si es tu caso.

Artà: pueblos bonitos de Mallorca

En Artà encontrarás un ambiente tranquilo y auténtico. El nombre de Artà tiene origen del árabe que significa jardín, con el que los musulmanes llamaban a esta zona. No obstante el pueblo fue fundado en 1302 por el rey Jaime II de Mallorca; el cual, gracias a la belleza del lugar, quiso crear un coto de caza.

Sube hasta el Santuario de Sant Salvador para disfrutar de unas vistas espectaculares del pueblo y la costa. El mercado semanal es una oportunidad perfecta para conocer los productos locales.

Cerca del pueblo, puedes visitar las Cuevas de Artà, un impresionante sistema de cuevas naturales utilizadas a lo largo de los siglos por piratas y contrabandistas. La escalera escénica que se ve a la entrada fue construida para una visita de la reina Isabel II de España en 1860.

Sin duda es un lugar que debes visitar durante tu visita a Mallorca.

Artà

Capdepera

Capdepera es un pueblo realmente mágico con un castillo medieval que domina el paisaje. Se trata de una fortaleza del siglo XIV y es el castillo mejor conservado de toda la isla.

Así que te animamos a subir, recorrer sus murallas y conocer sus torres. La vista desde la cima es simplemente espectacular. Podrás captar las mejores imágenes de su casco histórico. Un laberinto de calles estrechas y empinadas; con sus encantadoras casas de piedra con balcones de hierro forjado y macetas de flores.

Date un baño en Cala Agulla, rodeada por un bosque de pinos, es una de las más populares por su arena fina y aguas cristalinas. Otras calas que te gustarán son Cala Mesquida, Cala Moltó y Cala Ratjada.

Castillo de Capdepera

Santanyí: pueblos bonitos de Mallorca

Santanyí es conocido por su mercado semanal (que tiene lugar los sábados) y su iglesia de Sant Andreu.

Gracias a su privilegiada ubicación, tiene unos 47 km de costa y se encuentra al lado de un parque natural. Lo que hace que sea uno de los pueblos bonitos de Mallorca que te recomendamos visitar.

Pasea por el casco antiguo y disfruta del ambiente relajado.
Las playas cercanas como Cala Santanyí y Es Trenc son ideales para un día de sol y mar.
No te pierdas la Torre d’en Beu, una torre de defensa con vistas impresionantes al Mediterráneo.

Santanyi

Banyalbufar

Banyalbufar es un pequeño pueblo situado en la ladera de la Sierra de Tramontana. Sus terrazas de cultivo y vistas al mar lo hacen único.

Podemos decir que es una auténtica joya ya que este lugar no ha sucumbido a los lujos del turismo. Tiene montaña y mar y algo de misterio, lo que hacen que sea un destino especial para los que quieren descubrir la verdadera esencia de la isla.

Pasea por sus calles y visita la iglesia de la Natividad.
Las preciosas calas y la Torre de ses Ànimes son perfectas para visitar y disfrutar de la naturaleza.

Lluc

Lo más destacable de Lluc es su monasterio. Desde luego, es uno de los lugares más importantes de Mallorca.
Este monasterio está situado en un entorno natural impresionante, es un lugar de peregrinación y espiritualidad. Disfruta de un paseo por los jardines y visita la Basílica.

Los alrededores ofrecen rutas de senderismo para realizar a pie o en bici, que te permitirán disfrutar del paisaje montañoso. Una opción es hacer los antiguos caminos de peregrinación que conectan el monasterio con poblaciones cercanas, como Inca, Pollença o Sóller.

Esporles: pueblos bonitos de Mallorca

Esporles es un encantador pueblo en la Sierra de Tramontana.

Visita la Granja de Esporles, una finca histórica que muestra la vida rural de Mallorca. Está compuesta por la mansión histórica y el museo de La Granja, abierta al público. Sus orígenes datan de la época romana, donde era valorada por sus aguas naturales de manantial.

En su casco histórico descubrirás por qué los extranjeros instalan su residencia permanente en este maravilloso lugar. Las montañas y bosques cercanos son ideales para realizar excursiones y disfrutar de la naturaleza.

Esta isla no solo es playas y sol, los pueblos bonitos de Mallorca te invitan a descubrir la riqueza cultural e histórica de la isla. Cada uno de ellos tiene su propio encanto y te ofrecen momentos únicos. Planifica tu viaje reservando uno de los hoteles en Mallorca que te proponemos; estamos seguras de que vivirás unas vacaciones inolvidables.

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Virginia Hurtado: Diplomada en Turismo. Trabajando en el sector turístico desde hace más de 15 años. Me encanta conocer todas las playas del mundo, bailar y probar todo tipo de sushi. Alucino con las sonrisas de los peques cuando hago de cuentacuentos.
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