Friburgo de Brisgovia es una preciosa y animada ciudad ubicada en el sudoeste de la Selva Negra, Alemania. Una ciudad accesible y con mucho ambiente; y es que no podemos olvidarnos de que Friburgo es una ciudad universitaria llena de vida.
Hoy te mostramos una pequeña ruta de dos días en la ciudad y te contamos qué ver en Friburgo, dos días es tiempo más que suficiente para poder embriagarte con su encanto.
Primer día en Friburgo
Friburgo se conoce por muchas cosas. Primero por ser la puerta de entrada a la Selva Negra. También se la conoce por su clima, templado y soleado. Además, no podemos olvidarnos de su casco antiguo medieval reconstruido, admirado por miles de turistas al año.
Una de las visitas más imprescindibles que ver en Friburgo son las puertas antiguas de la ciudad. Estas murallas rodeaban la ciudad en la Edad Media, conservando así dos de sus puertas, Martinstor y Schwabentor.
Otro de los lugares de interés que ver en friburgo es la Catedral, en el centro de la ciudad. Un monumento que se levanta imponente, siendo una de las catedrales góticas más antiguas e importantes de Europa. Uno de los puntos más interesantes de este templo son sus vidrieras, que han logrado permanecer intactas a pesar de los numerosos conflictos bélicos que ha vivido esta zona de Europa.
La catedral cuenta con un campanario de 116 metros de altura. Se puede subir, y lo cierto es que desde arriba podremos admirar unas vistas preciosas sobre los tejados de la ciudad y toda la zona verde que la rodea.
En nuestro recorrido por el casco antiguo tenemos que fijarnos en el pavimento. Podremos observar diseños en el empedrado que nos llamarán muchísimo la atención. Estos mosaicos se ubicaban en la entrada de los establecimientos para identificar qué tipo de persona o negocio había en el interior.
Otro de los lugares que ver en Friburgo es también el Ayuntamiento nuevo. Está alojado en un precioso edificio renacentista que durante mucho tiempo perteneció a la Universidad de Friburgo. A finales del siglo XIX pasaría a convertirse en el Ayuntamiento de la ciudad. Es un edificio interesante para ver, y además cuenta con una oficina de turismo que solventará todas nuestras dudas y en la que podremos conseguir un plano de la ciudad.
Es momento de relajarse por los conocidos como Bächle. Son los canales de la ciudad, pues la mayoría de las calles del casco antiguo están flanqueadas por pequeños canales que sin duda tienes que ver en Friburgo. Estos riachuelos tenían la misión de combatir los incendios durante la Edad Media. Hoy por hoy se usan para refrescarse los pies en verano y para que los niños puedan jugar en ellos, pero ojo, según dicen, todo el que meta los pies en ellos se casará con un friburgués.
Segundo día en Friburgo
El segundo día podemos reservarlo para ver los museos más importantes de la ciudad, al mismo tiempo que seguimos paseando por esta preciosa urbe.
El primer museo que tenemos que ver en Friburgo es el Augustinermuseum. Se trata de uno de los museos más grandes de Friburgo. Cuenta con una colección de arte religioso de la Edad Media realmente amplia. Además, el edificio cuenta con un precioso claustro.
También es interesante ver en Friburgo el Museo Arqueológico o Colombischlössle. Podemos observar objetos de uso cotidiano de los antiguos romanos, valiosas piezas pertenecientes a tesoros de antiguos reyes y hallazgos originales de diversos periodos que van desde la Edad de Piedra hasta la Edad Media.
Mención especial merece la Casa de la Ballena, un punto muy curioso que ver en Friburgo. Se dice que el humanista Erasmus de Rotterdam vivió en esta preciosa casa de estilo gótico. Cuenta la historia que desde esta casa se escuchaban muy bien las campanas de la catedral. Rotterdam estaba tan cansado de ellas, que según cuentan llegó a pedirle al ayuntamiento que diera la orden de que no se tocaran más.
Por último, y si nos lo permite el tiempo, deberíamos ver en Friburgo el Wntzingerhaus o Museo Histórico Municipal. No sólo veremos obras de arte del mismísimo Wentzinger, sino que también viajaremos por la historia de Friburgo. Encontraremos objetos que nos guiarán desde su fundación en 1120, pasando por la época en la que se construyó la catedral hasta los tiempos modernos.
Friburgo es la clásica ciudad alemana en la que disfrutaremos de su gran ambiente y de las construcciones tan típicas de esta parte de Europa. Conocer este sitio puede ser perfecto si no sabes qué hacer con niños en la Selva Negra. Un lugar para recargar las pilas antes de continuar de viaje por Alemania. Esperamos que disfrutes de todo lo que hay que ver en Friburgo.
Y si también visitas la capital alemana: