Menorca es una de las islas más bonitas de Baleares. Es la más natural, famosa por sus playas y por no contar con una masificación tan grande de turismo en sus costas. Menorca es un tesoro muy bien guardado, y quizá por ello las conexiones con los vuelos no sean tantas como en Ibiza o Mallorca. Ese puede ser uno de los motivos de que sea el destino preferido por los propios baleares.
¿Qué ver en Menorca?
Además de extensas y preciosas playas, hay un montón de pueblecitos y lugares interesantes que ver en Menorca.
Mahón, la capital
En Mahón, capital de Menorca, es necesario visitar lugares como la Fortaleza de la Mola, ubicada en la bocana del puerto. También el Ayuntamiento, con el reloj que trajo el gobernador inglés Richard Kane o el Bastión de Sant Roc, que es el resto de la puerta principal de la muralla que rodeaba la ciudad.
En nuestra visita a la capital también podemos incluir el Museo de Menorca, ubicado en un viejo convento, o la Iglesia de Santa María, con un órgano del siglo XIX de 4 teclados y más de 3.000 tubos. Es ahí el lugar en el que se celebra el Festival Internacional de Órgano.
Ciudadela, la más turística
No es la capital, pero es el núcleo urbano más visitado de la isla. Se trata de Ciudadela, un lugar que cuenta con un patrimonio de lo más bonito. Para empezar, aquí está la Catedral de Menorca, un templo construido entre los siglos XIII y XIV sobre una antigua mezquita. Es el edificio gótico más importante de la isla.
Puedes pasear por sus plazas, la del Borne, con su obelisco que conmemora la defensa de Ciudadela al ataque turco de 1558, así como la de la Esplanada, que es el lugar en el que se realizan los actos festivos de Ciudadela.
Aquí, además, también destacamos el Puerto de Ciudadela, uno de los lugares más emblemáticos de la isla.
El encanto de los pueblos de pescadores
En Menorca también podemos visitar Binibeca. Se trata de un pequeño pueblo de pescadores que está a tan sólo 8 km de Mahón. Este poblado fue construido en 1972 y es uno de los lugares más turísticos de la isla. Cuenta con preciosas calles estrechas, casas encaladas y rincones que merecen la pena ser fotografiados por su encanto.
Si te gustan los pueblos de pescadores, esos que huelen a salitre y en los que se come divinamente, no puedes perderte Fornells. Con su puerto tradicional, cuenta con una bahía de más de 3 kilómetros. Aquí podrás probar la deliciosa caldereta de langosta, uno de los platos más famosos de la isla.
También debes visitar la Torre Fornells, construida por los ingleses a principio del siglo XIX y con unas vistas asombrosas de toda la costa menorquina.
Asentamientos prehistóricos
No hay que olvidar los asentamientos prehistóricos de la isla. Te recomendamos Naveta Des Tudons, el monumento prehistórico más famoso de toda la isla y de las Baleares en general. Es más, se dice que es el edificio más antiguo de toda Europa.
Las navetas son construcciones propias de esta isla. Se trata de monumentos funerarios, los más antiguos que se recuerdan. Fueron construidos en el año 1000 a.C.
Si queremos ver más restos prehistóricos, ya os decimos que hay muchos más, como la visita de Torres d´en Galmés. Está situado sobre un pequeño cerro desde el que se puede avistar gran parte de la costa sur de Menorca.
Es un poblado prehistórico, quizá el más importante de todas las islas. Este lugar vivió su época dorada en el año 1.300 a.C y durante la conquista romana. Se dice que en este lugar vivieron hasta 900 personas.
Playas y calas de Menorca
Evidentemente no podemos olvidarnos de las playas y calas de Menorca. La isla está llena destacando algunas como Cala Turqueta, Cala Macarella, Cala Pregonada o Cala Mitjana.
Hay una oferta turística de lo más variada que ver en Menorca: paisajes, pueblos encantadores, historia, las más bellas calas que te puedas imaginar…. Quizás con una simple escapada no te baste. ¿No te animarías a pasar unos días aquí?
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