En el distrito de Setúbal, Portugal, tenemos muchos lugares para visitar. Tenemos playas como las de la Costa de Caparica, pero además, también está la Sierra da Arrábida y la hermosa localidad de Sesimbra. Quizá este núcleo urbano no sea tan conocido como otros de este distrito, pero eso no significa que no tenga muchísimo para ofrecernos, en este post te contamos qué ver en Sesimbra en dos días.
Sesimbra es una localidad con un valor histórico grande, pues, entre otros, cuenta con restos romanos y fue un punto importantísimo en la reconquista de Portugal. Esta ciudad tradicional de pescadores es un lugar perfecto para pasar unos días. Así, te mostramos una preciosa ruta de 2 días en ella y sus alrededores.
Primer día en Sesimbra
El primer día podemos invertirlo íntegramente en el núcleo urbano. Pasea por las calles de Sesimbra y descubre lugares como su preciosa playa. Es el primer lugar que tienes que ver en Sesimbra y la principal razón por la que miles de personas la visitan en verano, y no es de extrañar. Un lugar tranquilo, con unas aguas transparentes y un entorno privilegiado. Una playa preciosa que, además, también nos puede conducir al Porto da Abrigo, el viejo puerto. Es una de las postales más típicas de Sesimbra, lleno de barcas de colores atracadas en su orilla.
La playa y la tradición pesquera están bien, pero no podemos olvidarnos del Castillo de Sesimbra. Es el último castillo portugués construido sobre el mar que mantiene el trazo medieval. Catalogado como Monumento Nacional, cuenta con una preciosa muralla con unas vistas impresionantes sobre el pueblo y el mar, sin duda es algo que hay que añadir a nuestra lista de qué ver en Sesimbra.
En su interior, el castillo cuenta con dos exposiciones permanentes que nos hablan de la historia de su construcción. Además, también cuenta con un centro de interpretación del patrimonio, una iglesia y un cementerio.
Además del castillo, también tienese que ver en Sesimbra la Fortaleza de Santiago. Es una construcción defensiva que se levantó en el siglo XVII. Una fortaleza que jugó un papel importante para proteger la costa de los enemigos. Cuenta con unas vistas asombrosas sobre la bahía, como es de esperar por su lugar estratégico.
La fortaleza está considerada como una de las edificaciones más grandiosas de la región de Sesimbra, pues posee una estructura con bastante peso.
Otro de los lugares que tenemos que ver en Sesimbra es el Museo Marítimo de Sesimbra. Es, quizás, uno de los museos más interesantes de esta zona que, además, nos hará entender un poco mejor la herencia pesquera de la localidad.
No podemos negar que Seimbra es mar, y que, por tanto, está vinculado quiera o no a él. Así, el museo, abierto desde 2016, expone conjuntamente elementos que nos permitirán entender una historia de cinco mil años de antigüedad, ni más ni menos.
Segundo día en Sesimbra
El segundo día en Sesimbra podemos invertirlo en ver los alrededores de la ciudad. Lo cierto es que tenemos mucho para elegir. Podemos, por ejemplo, tirar hacia el este para cubrir la distancia entre Sesimbra y Setúbal. En este camino nos encontramos con el Parque Natural da Arrábida, un lugar hermosísimo lleno de flora y fauna protegida y una de las zonas de reserva marina más bonitas de Portugal.
Esta dirección es buena, pero es que, además, también podemos dirigirnos al oeste. En este lado, nos vamos a encontrar con el Cabo Espichel y sus bellísimos acantilados. Un espectáculo paisajístico al que se le suma el Santuario de Nossa Senhora do Cabo Espichel. A tan sólo 12 kilómetros de la ciudad de Sesimbra, es una excelente excursión para los que pasan un par de días en la ciudad.
El santuario es del siglo XVIII y fue construido sobre uno de esos acantilados que son tan propios del cabo. Desde este lugar es posible divisar las largas playas de Lisboa y Cascais, así como la bahía de Setúbal.
Si subimos un poco más al norte, podremos encontrar, además, la hermosa Laguna de Albufeira. No está abierta al mar y nos permite unos baños completamente diferentes.
Sesimbra tiene mucho por descubrir, tanto en el interior de la localidad como en sus alrededores: un magnífico lugar para relajarte y disfrutar de la más tranquila naturaleza portuguesa.
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