Madrid, además de ser la capital de España, es una de las ciudades con más monumentos y vida de todo el país. Entornos plagados de diversidad cultural, de edificios históricos y de mucha tradición
¿Son suficientes dos días para conocer Madrid? Evidentemente, cuanto más azúcar más dulce. Si pudieras contar con una semana entera, aún te quedarían cosas por admirar. No obstante, dos días pueden convertirse en una escapada maravillosa por la capital española.
Primer día en Madrid
Antes de comenzar, hay que decir que en Madrid hay un sinfín de hoteles. Muchos, muchísimos. No obstante, si quieres estar más o menos cerca de las principales atracciones, o por lo menos en el corazón de la ciudad, próximo a lugares culturales pero también zonas de ocio, un hotel en plena Gran Vía podría ser buena idea. Por ejemplo, podrías escoger el Hotel Petit Palace Chueca, un estupendo hotel de 3 estrellas ubicado en el barrio de Chueca, un barrio muy próximo a Gran Vía que te permitirá estar cerca de sitios como la Puerta del Sol, Plaza Mayor o el Palacio Real.
Otra magnífica opción sería alojarte cerca del Triángulo del Arte madrileño, en torno al Paseo del Prado.
Un buen comienzo de tu primer día en Madrid podría ser la Plaza Mayor, un lugar que se remonta al siglo XVI y que está catalogada como una de las plazas más bonitas de toda España. Este es también el lugar donde dicen que se comen los mejores bocadillos de calamares del mundo. Buen momento para probarlos si sois de apetito contundente a primeras horas de la mañana.
Plaza Mayor
Muy cerca de la Plaza Mayor encontrarás otro de los rincones más famosos de la ciudad, la Puerta del Sol. El famoso kilómetro cero, el reloj de las campanadas de año nuevo o el oso y el madroño son símbolos madrileños en los que seguramente te gustará hacerte una foto.
Ya sea por Carrera de San Jerónimo o por la Calle de Alcalá, a menos de 10 minutos, encontrarás el Congreso de los Diputados. Como edificio impresiona, aunque quizá lo más típico en este lugar sea hacerse una foto con los leones que presiden el Congreso.
Anda sobre tus pasos (no te alarmes que tan sólo han sido 10 minutos) y vuelve a la Puerta del Sol en dirección a la Plaza de Oriente. Es allí donde se levanta majestuoso otro edificio a destacar, el Teatro, construido exactamente en el año 1818. Quizá no llame demasiado tu atención pero es una parada clave para poder descubrir lo que hay detrás, el enorme Palacio Real de Madrid. Se supone que debería ser la residencia oficial del rey de España, aunque los actuales viven en el Palacio de la Zarzuela. En la actualidad, se usa para ceremonias de Estado y actos importantes, y no es de extrañar, teniendo en cuenta su extensión de unos 135.000 m2, casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles, que se dice pronto.
Puedes centrarte en el Palacio Real como la gran visita del día, pues sí, hay recorridos que te mostrarán algunas de sus 3418 habitaciones. Puedes hacerlo con guía o por libre, y podrás ver desde Salones oficiales, la Armería Real o incluso la Farmacia Real.
No necesitas mucho más en este gran día, pero debes saber que estás muy cerca de barrios tan castizos como Lavapiés o el barrio de las letras, de modo que no pierdas la oportunidad de meterte en el corazón de ambos, o ver lugares como el Mercado de San Miguel, que se ha convertido actualmente en un auténtico referente gastronómico de la ciudad.
El mejor broche para este día tan perfecto sería ver una puesta de sol única ¿Cuál es el mejor sitio para ver una puesta de sol en Madrid? Sin lugar a dudas, el templo de Debod. Se trata de un antiguo templo egipcio, un regalo de Egipto a España en 1968 en compensación por la ayuda del país tras el llamamiento internacional para salvar los templos de Nubia con la construcción de la presa de Asuán. Uno de los mejores monumentos de Madrid que puedes conocer.
Segundo día en Madrid
El segundo día puedes dedicarlo a visitar la Fuente de Cibeles, otro de los grandes símbolos de la ciudad. Camina por el Paseo del Prado para poder toparte de frente con edificios tan llamativos como el de la Bolsa de Madrid o el Monumento a los Caídos por España. No te olvides de la foto de rigor en dos de los hoteles más lujosos de la ciudad, el Ritz y el Palace. Además, en esa plaza está otra de las fuentes famosas de la ciudad: la Fuente de Neptuno.
Fuente de la Cibeles
Si sigues andando encontrarás la visita estrella de este segundo día, el Museo del Prado. Es una visita larga, sobre todo si te gusta el arte, aunque debes saber que no es el único museo interesante en la ciudad. Precisamente, esta zona del Paseo del Prado es una zona de museos.
Museo del Prado
También podrías visitar el Museo Thyssen-Bornemisza, el Reina Sofia (con arte un poco más moderno), o museos como el Arqueológico Nacional, el Naval o el de Cerralbo. No obstante, en el interior del Prado hay tesoros tales como las Meninas de Velázquez, el 3 de Mayo de Goya, el Caballero de la Mano en el Pecho de El Greco o las Tres Gracias de Rubens y la famosa Maja Desnuda de Goya. Merecer, desde luego que merece muchísimo la pena.
Además, no hay que olvidar que el Museo del Prado está muy cerca del Retiro, y no se nos ocurre otra forma de terminar una visita a Madrid que paseando por este pulmón verde plagado de jardines, lagos, fuentes y estructuras interesantes.
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