Consejos prácticos para viajar solo
Viajar solo puede dar miedo. Una apuesta arriesgada, sobre todo para aquellos que no lo han hecho nunca. No obstante, los que practican esta forma de viajar aseguran que es una experiencia única. Una forma de conocer mucha más gente y de disfrutar de cada destino de manera íntima y especial. Si estás pensando en viajar solo, te damos algunos consejos que pueden venirte muy pero que muy bien.
Planea muy pero que muy bien tu viaje. Si organizar un viaje cuando se va en grupo es importante, cuando uno lo hace solo es aún más. En este proceso inicial, conviene informarse bien de los lugares más peligrosos o problemáticos que vamos a visitar. Entra en foros y páginas de cada país o ciudad e infórmate de que zonas son menos seguras para los turistas. Así, una vez llegues a tu destino, sabrás qué partes del mismo evitar.
Si el lugar que visitas es especialmente conflictivo, conviene avisar a la embajada española de que vamos a viajar allí. De esta forma tendrán constancia de nuestra estancia, y ante cualquier problema, como robo de documentación, los trámites irán mucho más rápidos.
Es cierto que en albergues y hostales juveniles se conoce mucha gente, pero hay destinos en los que un buen hotel es imprescindible. Afortunadamente en la mayoría de los hoteles hay habitaciones individuales o precios especiales para habitaciones dobles de uso individual, infórmate siempre antes de hacer la reserva.
Infórmate correctamente de las tradiciones, así como de la moda de cada país al que vas. Es una forma de no llamar la atención ni molestar con nuestro atuendo a la gente autóctona. Lo mejor siempre es pasar desapercibido, apuesta por tanto por un autendo sencillo, como unos vaqueros, deportivas y una bandolera para poder guardar tus objetos personales. Por la calle, además, intenta no llevar cosas vistosas como joyas, móviles caros o cámaras de fotos demasiado aparatosas.
Intenta no dar la impresión de estar asustado. Si tienes miedo de salir por la noche no lo hagas, pero cuando estés en la calle camina con paso seguro y firme, a poder ser con unas gafas de sol, que no sean de marca.
Intenta aprender palabras clave en el idioma del país que visitas. No está de más aprender palabras como hotel, prohibido o salida. Asimismo, también es interesante bajarse alguna aplicación móvil tipo traductor, te ahorrarás muchas sorpresas, sobre todo a la hora de pedir en un restaurante.
Si quieres ahorrar dinero en taxi, cerciórate de que tu hotel está cerca de servicios como paradas de autobús, metros o incluso paradas de bicicletas turísticas. Además, si no te queda otro remedio que tomar un taxi en tu destino y no quieres ser engañado, puedes buscar tú mismo la ubicación en Google Maps desde el vehículo. O una de dos, o dejas que te lleve sin indicarle nada observando si se desvía de la ruta, o bien le indicas tú mismo.
Comer solo puede ser aburrido, así pues, si eres de los que prefiere compartirlo con alguien, busca en internet sitios en la ciudad que visites en el que tengan mesas comunales. En las grandes ciudades también hay lugares en los que se organizan degustaciones o incluso cenas organizadas. Un buen recurso para conocer gente nueva, sin duda.
No llegues a nuevos destinos por la noche. Es mejor llegar durante el día, sobre todo para encontrar el hotel en el que vas a alojarte y no meterte en zonas conflictivas, pues nada más llegar a una ciudad uno no controla muy bien estos temas.
Tanto si viajas fuera de Europa como dentro, siempre es recomendable contratar un seguro médico. Cuando viajas solo quizá sea más importante aún; y es que, en un momento de urgencia, cuando uno viaja sin compañía, es mejor tenerlo todo controlado.
Por último, es importante tener varias copias de tus documentos de identidad por si se pierden o eres víctima de un robo. No te olvides, por tanto, escanear tu pasaporte, así como los documentos más importantes del viaje como reservas o seguros.