Innsbruck, viaje al Tirol
En estas épocas de verano, no todo es sol y playa. Es una temporada ideal para visitar algunos destinos europeos muy atractivos. Nuestro consejo de viaje es que pongas hoy tu mirada en el Tirol, Austria. Hacia allí nos vamos para conocer Innsbruck.
La capital tirolesa, Innsbruck, es uno de los grandes referentes de Austria y allí viven unos 120.000 habitantes. Con una extensa historia, Innsbruck ha logrado sobrevivir al paso del tiempo y ha ganado una atmósfera donde se mezcla la antigua arquitectura del lugar con los edificios y zonas más modernas.
Recomendamos especialmente un recorrido por sus calles para conocer sus principales atracciones. Entre ellas: el antiguo Palacio Imperial de Hofburg, el Castillo Ambras, el torreón Ottoburg, la Basílica Wilten o la Iglesia de la Corte.
Se nota aquí el legado del emperador Maximiliano I, quien, entre otras obras, decidió añadir el famoso Tejado de oro, un minúsculo techo que adorna lo que fue la antigua residencia real y que hoy es uno de los grandes símbolos de la ciudad (y objetivo de todos los turistas que llegan a Inssbruck).
La arquitectura moderna ha aportado un aire renovado a la tradicional ciudad austríaca. Grandes arquitectos contemporáneos han sumado su obra, por Dominique Perrault, quien ha dado vida a la Galería del Ayuntamiento, o bien Zaha Hadid con el trampolín de los saltos de esquí en la montaña Bergisel.
Innsburck llama la atención por su aire señorial, por sus edificios adornados y por el magnífico paisaje circundante. Si quieres tener una vista panorámica debes subir a la cima del Seegrube, situada a 2.000 metros de altura. Famosa por sus actividades deportivas, sus pistas de esquí y snowboard son de las más conocidas del mundo, razón por la cual esta ciudad fue sede de dos Juegos Olímpicos de Invierno en 1964 y 1976.
Sin dudas, a tu paso por Austria, y en una ruta que no puede dejar de incluir Viena y Salzburgo, se impone una visita a Inssbruck.