Escapada otoñal a Lisboa
Antes que llegue el frío invierno, queda tiempo aún para recorrer alguna ciudad cerca de España. Para una escapada otoñal hemos elegido a Lisboa, la capital portuguesa que nos llama con su carácter melancólico y sus sones de fado nocturnos.
Con la llegada del invierno, hay ciudades que cambian su ritmo vital y cobran un nuevo atractivo a los ojos del viajero curioso. Lisboa es una de ellas. El frío la vuelve íntima, personal, con una vida social de puertas adentro y una explosión cultural para aprovechar.
Los bares, cafés y museos llaman al encuentro después de disfrutar del arte en muchas formas. Desde la música en vivo a las performances más vanguardistas. Las tiendas de diseño, las calles históricas, los monumentos y plazas nos esperan para luego regalarnos un café caliente, tan personal como Lisboa misma, para recobrar fuerzas y seguir descubriéndola.
Los barrios más transitados de la ciudad, como la Baixa y el Barrio Alto, ahora aparecen más vacíos que de costumbre y es así como puedes encontrar la parte más autentica de sus habitantes. Ya no se busca el sol del verano o primavera, las terrazas o parques para pasear. Ahora es el momento de disfrutar del ambiente de cafés tan tradicionales en Lisboa como el Chiado, degustar un vino verde o hacer una visita a Belém y su pastelería tradicional: los pasteles con nata.
También es buena época para disfrutar de las colecciones del museo de la Fundación Calouste Gulbenkian o del festival de documentales de Lisboa en la Culturgest. Pero si lo tuyo es lo nocturno, te encantará el ambiente de la vida nocturna de la ciudad. Seguramente no lejos de tu hotel en Lisboa encontrarás amigos nuevos en un bar de fado, en un restaurante con riquísimos mariscos e inolvidables dulces y siempre la charla abierta alrededor de una mesa de café.