Rutas por Europa

La fiesta de las luces en Lyon

La luz se enciende en Lyon en los colores más diversos y en las formas más estrambóticas. Todos los años a partir del 8 de diciembre y durante cuatro noches la ciudad cobra una luminosidad extrema.

Todo comenzó el 8 de diciembre de 1852, cuando se debía inaugurar la estatua de la Virgen María, erigida en la colina de Fourvière. Se trataba de uno de los acontecimientos más esperados por los fieles locales, debido a que esta inauguración, que se iba a hacer el 8 de septiembre de ese año, se había pospuesto debido a una crecida del Saona.

Pero ese día una tempestad amenazó nuevamente con el suceso religioso, pero al poco tiempo el clima mejoró y la gente del lugar, como forma de agradecimiento, iluminó espontáneamente sus ventanas y balcones con velas, y después salió a las calles.

Por eso, desde entonces, cerca de esa fecha al caer la noche, los lioneses encienden velas y las colocan en las ventanas o balcones de sus hogares, y de esta manera la ciudad cobra una apariencia muy bella, a la vez que muy cálida.

Conocido como el festival de la luz o Fiesta de las luces, se trata de un evento en el que están inmiscuidos todos los barrios de esta ciudad francesa, los cuales a través de un Plan de Iluminación, dan vida a las principales zonas y monumentos. Además, Lyon tomó la iniciativa de crear una red internacional de ciudades, para así conformar un gran foro de comunicación, en el que tanto los municipios como los profesionales intercarían informaciones y experiencias en el ámbito del alumbrado al servicio de la metrópoli.

Además de disfrutar de este encantador acontecimiento, se celebran coloquios y encuentros profesionales e internacionales, en los que se encargan de reflexionar sobre las problemáticas relacionadas con la luz urbana, el urbanismo y el desarrollo duradero. En este evento hay una fuerte concienciación ambiental por la falta de energía: además, tienen en cuenta aspectos sociales y hasta incluyen a personas con movilidad reducida y a los invidentes, para quienes colocan animaciones específicas. Esta fiesta puede ser disfrutada por todos.

Se trata, en definitiva, de un espectáculo ante todo visual, en el cual los artistas conceptuales y diseñadores exponen sus obras sobre los principales edificios y espacios públicos de la ciudad, teniendo como único requisito que sus creaciones le den a la luz y al color protagonismo. Además, estas obras maestras, algunas de ellas efímeras, se dejan ver en fuentes, parques y paseos. Esta fiesta es reconocida como un acontecimiento único en Europa y obviamente en todo el mundo (incluso la han imitado otros países).