Rutas por el mundo

Los moáis, cabezas de piedra en la Isla de Pascua

Moais

Si os soy sincero, no tengo ni la menor idea de cómo los antiguos habitantes de la Isla de Pascua lograron transportar las famosas cabezas moáis de piedra desde las canteras del interior de la isla. ¿Sabéis que esas esculturas pueden alcanzar un peso de 85 toneladas cada una, y que las canteras estaban situadas a casi veinte kilómetros de donde se hallan los moáis?

La palabra moái significa precisamente «escultura» en el idioma rapanui. Los rapanui forman tanto la lengua como el nombre de la comunidad aborigen de la isla. Una Isla de Pascua que, si la observamos en el mapa, no es más que un simple trozo de tierra en medio del océano. Aún así es la isla más grande del Chile insular y cuenta con una población de algo más de cinco mil habitantes, que viven sobre todo en Hanga Roa, la capital.

Pero lo que caracteriza a Isla de Pascua es precisamente el rostro de estos moáis. Hay más de 600 repartidos por todo el territorio, la mayoría de ellos muy cerca de la costa, lo que hace que me siga preguntando cómo pudieron llevarlos hasta allí. Imagino cómo debieron quedarse los primeros navegantes europeos que llegaron hasta la Isla de Pascua en el siglo XVIII cuando vieron estos rostros de piedra. Posiblemente de la misma manera…

Tanto es así que desde entonces se sigue investigando el significado de estas esculturas. No se sabe, es incierto. Algunos dicen que fueron talladas entre los siglos XII y XVII para recordar a los antiguos difuntos y así acompañar por siempre a sus descendientes. Esta es una de las teorías más extendidas, especialmente porque casi todos ellos miran hacia el interior de la isla, en clara alusión a su carácter protector.

Otra pregunta que me hago: ¿os imagináis cuánta cantidad de piedra debieron utilizar para construir estas esculturas?. Hay que tener en cuenta que se trata de más de 600 moáis, y cada uno de ellos pesa más de 85 toneladas. Según los historiadores fueron removidas montañas enteras para servir de cantera. Una vez extraída llegaba el tallado y el traslado hasta el lugar en el que se querían erigir. Un proceso nada sencillo, por supuesto.

Para darle aún más interés al asunto en los últimos años se han desenterrado varias de estas cabezas moáis, descubriendo que tienen cuerpo entero y una serie de inscripciones en la espalda. Estos moáis de cuerpo entero están colocados de pie, aunque solo se han desenterrado dos esculturas. ¿Cuántos misterios y leyendas siguen escondidos en Isla de Pascua?

Otra de las cuestiones enigmáticas es por qué andan estas estatuas esparcidas por toda la isla. Se cree que antes de su construcción la Isla de Pascua era un lugar maravilloso, lleno de árboles y abundante vegetación. Sin embargo, el afán de sus pobladores por construir los moáis hizo que se agotaran los recursos. Tanto es así que los habitantes se fueron desplazando, y con ellos las cabezas de piedra, lo que da a entender el hecho de que se hallen por todas partes de la isla.

Hay varias teorías también sobre el transporte de estos moáis. Se cree que se usaron trineos, ruedas, cuerdas, e incluso hay quien opina que solo hicieron uso de la tracción humana. ¿Sin más ayuda que la propia fuerza del hombre?. Parece imposible pero hay quien asegura que así fue. A través de un desconocido movimiento, y ayudado por cuerdas, el peso de estos moáis se reducía considerablemente. Solo cabe imaginar la situación y…

Claro, si te acercas a preguntarle a los indígenas rapanui sobre el tema, la respuesta que te dan creo que te deja mucho peor: los moáis, una vez tallados, sabían caminar…