Un jardín de cuento en Vézac, Francia
Si hay algo que interesa al turista en Francia son sus castillos; y es que no podemos negar que el país está lleno de excelentes ejemplos de fortificaciones de todas las épocas. Famosas son rutas como las del Loira, con majestuosos y elegantes palacios. No obstante, hay que destacar que, en Francia, además, también se pueden visitar algunos de los jardines más bellos de toda Europa, por ejemplo, los de Marqueyssac.
Hay que desplazarse a la región de Dordogne, en la ciudad de Vézac. Es justo allí donde se ubica un precioso castillo y los jardines de los que os hablamos, una gran extensión de 22 hectáreas con más de 150.000 árboles y arbustos. Un despliegue vegetal a modo de jardín de ensueño que también incluye cursos de agua, cabañas de piedra e incluso una encantadora capilla gótica.
Tanto el castillo como los jardines fueron construidos aproximadamente a finales del siglo XVII. Fue el por aquel entonces consejeros de Luis XIV, Bertrand Vernet de Marqueyssac, quien encargaría ambos proyectos. Durante los años en los que Marqueyssac se hizo cargo de la propiedad, el jardín era un poco diferente a como lo vemos hoy. Pasarían un par de siglos hasta que estos terrenos fueron adquiridos por Julien de Cervel, persona que mandó plantar miles de árboles de boj tallados con formas diversas. También se encargaría de añadir otras especies visibles a día de hoy, como los tilos, cipreses, pinos y demás especies mediterráneas.
El jardín destaca por su estilo “a la francesa”. Este tipo de jardines se diferencian de los ingleses en varios aspectos, quizá uno de los más importantes es que no hay inicio ni final en el paseo por el terreno. Son jardines cuyo trazado invita a perderse en ellos, una forma más profunda de disfrutar de su belleza natural.
Tras Julien de Cervel, este lugar quedó un tanto desamparado. Sí, fue un ejemplo de patrimonio olvidado. No obstante, los jardines fueron reacondicionados y abiertos al público en 1996, tras varios años de trabajo duro. La rehabilitación de este espacio natural perseguía un único objetivo, mantener el espíritu romántico del lugar. Así, se contrataron jardineros especialistas en la poda de arbustos y árboles, por lo que aún es posible descubrir bellas esculturas verdes, como si se trataran de obras de arte.
Aunque como comentábamos los jardines franceses no buscan un recorrido ordenado, lo cierto es que los de Marqueyssac cuentan con tres rutas diferentes. Tres circuitos que conducirán al visitante a un único punto, el balcón Beldevere. Se trata de un balcón de 192 metros de alto que permitirá apreciar una preciosa panorámica del Valle del Doroña, además de poder ver desde otra perspectiva las piezas botánicas de este jardín, con sus formas ondeadas y laberínticas.
Si estás pensando en visitar este lugar y no tienes claro dónde alojarte, una buena opción es hacerlo en Sarlat La Canéda, a menos de 15 kilómetros. Además de ser un lugar con bastantes hoteles, hay que destacar que se trata de una ciudad Medieval de gran belleza, por lo que recorrerla será siempre un plus.
Sarlat la Caneda
En cuanto al alojamiento en sí, las opciones son varias. Puedes, por ejemplo, alojarte en el Hotel Clos de la Boetie, un establecimiento de 4 estrellas ubicado entre unos jardines en el corazón de la ciudad. Está a tan sólo 5 minutos a pie del centro medieval de la misma, y se puede catalogar como hotel urbano en un edificio con historia que data del siglo XIX. Tan sólo 11 habitaciones, por lo que el trato es familiar. Un hotel con toques muy personales en el que podrás elegir entre habitaciones y suites con o sin terraza o bien bajo el alero. Todas están equipadas con bañeras de balneoterapia y duchas de hidromasaje.
El hotel está climatizado por completo y entre sus instalaciones cuenta con un vestíbulo, bar, salón de TV y sala de desayuno. Como extra, alquilar una bicicleta en la recepción y recorre las calles de esta hermosa ciudad.