Las 5 visitas imprescindibles en Praga
La hermosa ciudad de Praga es uno de los destinos más recurrentes de los turistas en Europa. No es de extrañar, pues la capital de la República Checa cuenta con un encanto desbordante que hace que sus calles y monumentos parezcan sacados directamente de un cuento de hadas.
El aire se torna gótico y la piedra nos atraerá hasta el punto de dejarnos exhaustos con tanta belleza arquitectónica. Y aunque dejarnos abrazar por la ciudad caminando sin rumo es una idea muy interesante, conviene saber qué puntos son los más interesantes. Por ese motivo os traemos las que, a nuestro parecer, son las 5 visitas imprescindibles en Praga.
Comenzamos por la Ciudad Vieja, concretamente por la Plaza de la Ciudad Vieja, en el centro de Praga. Se trata de un recinto bastante grande que se ha configurado a lo largo de los siglos como el centro da la vida pública de Praga. Es, sin duda, uno de los lugares más visitados de la ciudad, debido principalmente a que en esta enorme plaza, ubicada entre la Plaza de Wenceslao y el Puente de Carlos, encontramos varios edificios importantes con estilos arquitectónicos muy diferentes.
Así, podemos admirar el gótico de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn o el barroco propio de la Iglesia de San Nicolás. Además, también destaca por otros edificios como el Ayuntamiento, cuyo principal atractivo es el Reloj Astronómico de Praga, el reloj medieval más famoso del mundo construido en 1490 por Hanus y perfeccionado por Jan Taborsky en el siglo XVI. También debemos subir a la torre gótica del ayuntamiento, una torre de más de 60 metros de altura que nos mostrará la vista más espectacular de la ciudad.
Otra de las atracciones favoritas de los turistas es el Puente de Carlos. Es el encargado de unir la Ciudad Vieja con otra de las partes más importantes de Praga, Malá Strana (Ciudad Pequeña).
En nuestro recorrido por este puente encontraremos un sinfín de artistas callejeros tales como pintores e incluso músicos espontáneos, pues recordemos que en Praga la música se lleva en la sangre.
Además, también debemos observar las 30 estatuas del puente. La más importante, o por lo menos la más buscada por los turistas, es la de San Juan Nepomuceno, el cual fue tirado al río por orden de Wenceslao IV. Dicen que si pides un deseo poniendo la mano izquierda en la base de la estatua será concedido.
El Castillo de Praga es la atracción por excelencia. Se trata de un recinto palaciego, el más grande de todo el mundo y el más importante de los monumentos de toda la República Checa. Construido en el siglo IX cuenta con un conjunto de palacios y edificios que se concentran en un recinto por el que transcurren pintorescas callejuelas, como la conocida como el callejón del oro, lleno de casitas de colores que en su día pertenecieron a orfebres.
Debemos pasear por el interior de la Catedral de San Vito, si su fachada es descomunal y su interior una auténtica obra de arte, sus vidrieras parecen sacadas de otro mundo; y es que cuentan con unos detalles y colores exquisitos.
También podremos visitar el Antiguo Palacio Real, la Basílica y Convento de San Jorge, la Torre Daliborka, la Torre Negra, la Torre Blanca y la Torre de la Pólvora.
Un recorrido realmente interesante es el que se realiza por las seis sinagogas judías que aún quedan en pie en Josefov, el barrio judío de Praga. Estas son la Sinagoga Pinkas, la Sinagoga Maisel, la Sinagoga Española, la Sinagoga Alta y la Sinagoga Klausen.
Todas ellas cuentan con algo especial. No obstante, si tenemos poco tiempo y no podemos hacer todo el circuito, os recomendamos la sinagoga de Pinkas, por ser esta la que cuenta también con la entrada al Cementerio Judío, uno de los lugares más sobrecogedores de la Ciudad. Quizá también la Sinagoga Española, pues su interior es uno de los más bellos. Construida en 1868 recibe este nombre por su decoración morisca, muy similar a la Alhambra de Granada.
Quizá muchos no estén de acuerdo con nuestra quinta visita. No obstante, bajo nuestro punto de vista, se trata de un lugar magnífico del que obtendremos bellísimas instantáneas. Es el Monte Petrín, uno de los lugares de esparcimiento más amados por los habitantes de Praga. Este monte llega a los 138 metros de altura, pudiendo observar así en nuestro ascenso toda la ciudad, al mismo tiempo que paseamos por sus jardines. También podemos acceder a través del funicular que hay en la calle Újezd.
En lo alto encontramos la Torre de Petrin, un mirador de más de 60 metros de altura que nos regalará las instantáneas más impresionantes de toda la ciudad. Con cierta similitud a la Torre Eiffel, se construyó dos años después de esta con objeto de la Exposición Nacional de Praga.
La oferta hotelera de Praga es amplísima. Así pues, encontrar un buen hotel no será problema alguno. Aun así, siempre viene bien tener alguna referencia de hoteles bien puntuados por otros turistas.
Para finalizar, destacamos el Grandium Prague. Se trata de un hermoso 4 estrellas y media inaugurado en 2006 con 198 habitaciones. Está situado muy cerca de la plaza Wenceslao. Asimismo, sus lujosas habitaciones cuentan con internet, aire acondicionado, baño completo, caja de seguridad, cama doble o king size, minibar, radio y TV entre otros.
Foto vía: Efilpera