La Calzada del Gigante en Irlanda
¿Conoces la leyenda de la Calzada del Gigante en Irlanda? Hoy vamos a contártela.
La leyenda de la Calzada del Gigante en Irlanda
Se cuenta que había dos gigantes, Finn en Irlanda y Bennandonner en Escocia, que dialogaban entre ellos a gritos a través del estrecho de Moyle. Un día, tras muchas discusiones, acordaron entrar en batalla. Querían ver quién de los dos era más fuerte. Finn decidió construir una calzada a través del mar con una serie de piedras. Así podría llegar hasta tierras escocesas y luchar contra Bennandonner.
Todo el día estuvo colocando estas piedras hasta que, al llegar la noche, de tan cansado que estaba se volvió a Irlanda para dormir y descansar. El gigante escocés aprovechó la ocasión y puso rumbo hasta tierras irlandesas a través de la calzada construida por Finn. Así aprovechaba su cansancio y podía ganarle. Alertado por los pasos del gigante, la mujer de Finn vio que el rival de su marido era mucho más grande. De ahí que tuvo que ingeniárselas para detener la contienda.
No se le ocurrió otra cosa que vestir a su marido, quien dormía plácidamente, con ropas de bebé para despistar al gigante escocés. Al llegar Bennandonner preguntó por Finn. La esposa de este le dijo que en ese momento no se encontraba, y que por favor no hiciera mucho ruido que podía despertar a su pequeño. El escocés vio al bebé y se dijo: «si este es su bebé, cómo no será el padre»… Y huyó a Escocia despavorido.
¿Dónde está y qué encontrarás en tu visita?
Esta es la leyenda sobre el origen de la Calzada del Gigante en Irlanda, es la que cuentan los propios irlandeses, entre pinta y pinta de Guiness.
Es una zona realmente espectacular situada solo a tres kilómetros al norte de Bushmills, en el condado de Antrim (Irlanda del Norte). A nuestros pies aparecen más de cuarenta mil columnas de basalto que han creado un paisaje mágico e increíble. Un fenómeno geológico producido cuando la lava de un volcán se enfría rápidamente y se contrae por el cambio de temperatura.
Algunas de estas columnas alcanzan los treinta metros de altura, y se originaron hace cincuenta o sesenta millones de años. En total son seis kilómetros de formaciones geológicas, un pavimento que se hunde suavemente en el mar. Impactante es el lugar conocido como el Órgano. En él unas sesenta columnas de doce metros de altura se levantan simulando este instrumento musical. Caminar por ellas es una sensación tremenda.
El encanto de Irlanda…
Irlanda es un país en donde el paisaje te da sorpresas a cada instante. Además su carácter legendario hace que todo se vea envuelto en un misterio que hace aún más atractivo. A todo esto se le añaden las variaciones de color que van adquiriendo las rocas al contacto con el agua y la luz del sol. Por eso lo mejor es ir a ver este espectáculo bien temprano. Así evitarás que haya demasiada gente. O tal vez un día de lluvia, para darle al escenario algo de romanticismo.
La Calzada del Gigante en Irlanda fue descubierta a finales del siglo XVII. Desde 1986 forma parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO. Fijaros que casi todas las columnas tienen forma hexagonal, pero también las hay de cinco, siete u ocho lados. No parecen estar colocadas al libre albedrío sino siguiendo un guión especial. ¿Será cierto que en realidad fueron colocadas allí por el gigante Finn?
Ya que estáis en la Calzada del Gigante en Irlanda, podéis hacer la ruta costera que va de Derry a Carrickfergus. Son 120 kilómetros de paisajes de mar y acantilados, uno de los espectáculos de la naturaleza más sorprendentes de Irlanda. La carretera es sinuosa, con muchas curvas, de ahí que merezca la pena pararse poco a poco a disfrutar de las vistas, los pueblos pintorescos y los castillos que se alzan en las cimas de las colinas. Es Irlanda, un lugar de cuento de hadas.