Rutas por el mundo

El Parque Nacional de Komodo en Indonesia

Dragon de Komodo

Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años vivía en la isla de Komodo una hermosa princesa a la que los lugareños conocían con el nombre de Princesa Dragón. Siendo aún muy joven se casó con un chico de la isla llamado Najo, con quien tuvo dos hijos gemelos: un varón al que puso por nombre Si Gerong, y una niña con rasgos de dragón a la que llamó Orah.

La princesa, ante los rasgos bastante extraños de la niña, decidió abandonarla en el bosque ocultándole la verdad a su hermano. Años después estaba Si Gerong de caza persiguiendo a un ciervo, cuando de repente se cruzó en su camino un enorme dragón. Al instante tensó su arco para dispararle, pero su madre le salió al paso: «Quieto, Si Gerong, ese dragón es tu hermana Orah, a quien yo abandoné al nacer en el bosque».

Desde entonces los dragones de Komodo son los habitantes más famosos del Parque Nacional de Komodo. Todos los lugareños de la isla los respetan y los veneran, a pesar de que el dragón de Komodo sea el lagarto de mayor tamaño del mundo y el principal depredador del ecosistema en el que vive. Puede llegar a medir entre dos y tres metros y pesar alrededor de setenta kilos.

La Isla de Komodo es una pequeña isla de Indonesia situada en las islas menores de la Sonda. De origen volcánico y perteneciente al Cinturón de Fuego del Pacífico, cuenta con 390 kilómetros cuadrados y su punto más alto es el monte Satalibo, de 735 metros de altitud. La mayor parte de su población vive en el pueblo de Komodo, en la costa este, que cuenta en la actualidad con casi dos mil habitantes.

Tanto esta isla como algunas más que le rodean forman el Parque Nacional de Komodo, el único hábitat natural del mundo en el que vive el dragón de Komodo. Un personaje fiero y no muy amigo de los turistas, que vive junto a mamíferos como el macaco cangrejero o las maravillosas aguas templadas de la isla, llenas de arrecifes, caballitos de mar, peces rana payaso y pulpos de anillos azules. Menudo contraste, ¿no?

Un contraste que se acentúa sobre todo al contemplar cómo se funden las agrestes colinas cubiertas de vegetación de sabana seca y plantas espinosas con las playas de deslumbrante arena blanca y olas azules que rompen contra los corales. Los más de dos mil dragones de Komodo que viven en la isla se hallan principalmente en las colinas, mientras que los turistas que quieren huir de ellos van en busca del océano para disfrutar de su extraordinario encanto.

El Parque Nacional de Komodo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991. Los mares que se hallan alrededor de la isla se encuentran entre los más productivos del mundo, debido a las corrientes que se generan y al efecto de oxigenación. Por tanto son un lugar ideal para los amantes del submarinismo.

Un lugar realmente especial y sobrenatural que, el pasado 11 de noviembre del 2011, fue declarado como una de las siete maravillas naturales del mundo. ¿A quién no le pica la curiosidad por ir a descubrir este rincón tan exótico?

– Cómo llegar a Komodo

La mejor opción para ir a Komodo es tomar Bali como lugar de partida. Desde aquí hay tres opciones para llegar:

  1. La primera de ellas es viajar en barco. Hay algunas compañías que ofrecen un pequeño crucero atravesando las islas de Gili, Lombok y Sumbawa. En vuestro de hotel de Bali os pueden informar sobre algunas de las mejores compañías. 
  2. La opción más rápida y segura es tomar un avión desde Denpasar. El precio oscila entre las 650.000 (50 euros) a más de un millón de rupias (80 euros)
  3. Otra opción más barata, aunque un poco pesada, es ir desde Bali en autobús. Una alternativa ideal para los que buscan algo de aventura, ya que no hay un autobús directo, sino que este hace varias escalas para coger otros autobuses. El trayecto total puede durar casi dos días, y el precio ronda las 400.000 rupias (30 euros)

– Alojamientos 

Si queréis disfrutar de este viaje maravilloso podéis reservar aquí vuestro alojamiento: Hoteles en Indonesia.