Qué ver en Brujas
Brujas es una hermosa ciudad belga y hoy te vamos a contar todo lo qué ver en Brujas. La capital de la provincia de Flandes Occidental es una auténtica joya arquitectónica. Muchos aseguran que es la ciudad más bonita de Bélgica, y lo cierto es que motivos no faltan. El rico patrimonio de Brujas es el mejor reclamo de una ciudad que se encuentra a menos de una hora en tren de la capital belga, Bruselas.
Lugares qué ver en Brujas
Vamos a comenzar con nuestros sitios qué ver en Brujas por la Grote Markt, o lo que es lo mismo, la Plaza Mayor. Está en el corazón de la ciudad y es el punto inicial de muchas de las rutas históricas de la urbe. Esta plaza es realmente magnífica, rodeada de edificios medievales con fachadas de lo más pintorescas. Destaca la Torre Campanario Belfort o la estatua en honor a los héroes locales Jan Breydel y Pieter De Koninck.
El Belfort es una enorme torre campanario de más de 80 metros de alto qué ver en Brujas, diríamos que imprescindible. Es uno de los símbolos y lugares más visitados de Brujas. Desde la torre Hallen, con su estilo gótico del siglo XIII, las vistas son impresionantes. En lo más alto de la misma, encontrarás 47 campanas del carrillón, pero antes debes subir nada más y nada menos que 366 escalones.
Seguimos haciendo turismo en Brujas, y tras pasar la Grote Markt, por la calle Breidelstraat, llegarás a la Plaza Burg. Se trata de otro de esos lugares mágicos en Brujas. Cuenta también con edificios históricos que rodean la plaza, como el llamativo Ayuntamiento o Stadhuis, el Palacio de Justicia o la Basílica de la Santa Sangre.
Otra visita imprescindible, que incluimos en nuestra lista sobre qué ver en Brujas, es el muelle del Rosario, tanto de día como de noche. Es uno de los rincones más fotografiados, gracias en parte al gran canal y las fachadas clásicas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
El parque Minnewater, es conocido como el Lago el Amor. Es uno de los lugares más románticos qué ver en Brujas, como podemos imaginar. Se sitúa al sur del centro y es un lago lleno de cisnes, ideal para pasear al atardecer. El parque cuenta con un recorrido vegetal muy interesante, pero también tiene algunos edificios como el Castillo de la Faille, un antiguo hospital, un depósito de municiones o la casa de la esclusa.
No te pierdas el Beaterio de Brujas. Esta cerca del parque Minnewater, y junto al resto de beaterios de Bélgica, está declarado Patrimonio de la Humanidad. Se construyeron en la época medieval para que las mujeres viudas o huérfanas pudieran tener un hogar digno.
El museo más importante qué ver en Brujas es el Museo Groeninge. Está situado en una zona muy tranquila de Brujas. En su interior, podrás hacer un recorrido amplio por varios siglos de la mejor pintura belga. Puedes ver obras de Jan van Eyck, de Memling o de Hugo van der Goes, entre muchos otros.
Visita también los templos de Brujas antes de irte. Paséate por la Iglesia de Nuestra Señora o Vrouwekerk. Es un edificio gótico con una torre de ladrillo de más de 120 metros de altura. En su interior, entre otros, la Madonna de mármol de Miguel Ángel, imprescindible en cualquier visita en Brujas.
Pero si hablamos de templos destacables, sin duda hay que nombrar la Catedral de San Salvador. Es la iglesia más antigua de la ciudad. Cuenta también con una gran torre, en este caso de unos 100 metros de altura. Esta torre es del siglo XII y está coronada por una auténtica aguja gótica. En el interior de esta podrás ver desde esculturas, tumbas, pinturas, tapices o un bonito altar mayor.
Molinos qué ver en Brujas
Una más: a las afueras de Brujas podrás ver un gran número de molinos. Los molinos en esta zona de Bélgica son imprescindibles. Muchos de ellos son del siglo XIII, época en la que fueron construidas las murallas de la ciudad. Aunque sólo quedan cuatro de madera en la zona de Kruisvest, tan sólo uno se puede visitar, el conocido molino Sint-Janshuis. Fue construido en el año 1770, y se mantiene en su emplazamiento original. Además, aun hoy en día se muele grano en su interior.
Gastronomía belga
Nos queda una última recomendación que quizás no sea tan monumental como las anteriores, pero sí que os deleitará: dando un repaso por la tradicional gastronomía belga, no os debéis ir de Brujas sin probar ni su chocolate ni su cerveza. Para el primero, a lo largo del canal Dijvers encontraréis diferentes chocolaterías e incluso puestos callejeros de goffres; para la segunda, aunque cervecerías también tenéis en casi cualquier calle, os aconsejo que os toméis una en el Duvelorium, en la misma Grote Markt.
Muchos turistas suelen hacer la visita de esta ciudad desde Bruselas, acompañándola incluso con Gante, pero os recomendamos al menos pasar una noche en Brujas, y disfrutarla paseando al anochecer o al amanecer, cuando el silencio se apodera aún más de ella. Es entonces cuando descubriréis toda su magia.
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