Qué visitar en Rotterdam en 2 días
Muchos dicen que Rotterdam no es, ni de lejos, la ciudad más bonita de Holanda ¿El motivo? Ser una ciudad industrial. No obstante, lejos de todos esos clichés, Rotterdam tiene algo especial. Un sinfín de lugares interesantes para visitar y disfrutar. Monumentos con historia y otros más recientes que se completan con una extensa oferta de lugares para ir de compras, copas y comer, degustando así algunos de los platos más característicos de la región. No te pierdas el dulce más típico del país, ¿sabes qué son los stroopwafels? Una especie de galleta o fino gofre doble relleno de caramelo, ¡delicioso!
¿Qué puedes visitar en Rotterdam en esos 2 días?
En dos días puedes visitar lugares emblemáticos como el Stadhuis, o lo que es lo mismo, el ayuntamiento de Rotterdam. Un edificio de estilo neoclásico que impresiona por su diseño y el revestimiento de piedra de su fachada.
Entre los templos de la ciudad, debes visitar sí o sí está la iglesia de San Lorenzo o Laurenskerk. Se trata del último templo medieval que hay en la ciudad. Cuenta, entre otros, con una gran torre elevada a la que puedes subir para tomar una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Los amantes del arte y la pintura holandesa, no pueden perderse el Museum van Boijmans Buningen. Se trata de una de las pinacotecas más antiguas de toda Holanda. Un lugar que es famoso por la colección permanente entre los que encontramos artistas como Rembrandt, Van Gogh, Monet, Mondrian, Margaritte o incluso Dalí.
Rotterdam también es un lugar de mercados, el Market Hall, por ejemplo, el más grande de todos los Países Bajos. Está ubicado en un edificio moderno que abrió sus puertas en 2014. Desde entonces, es un rincón ideal para comprar y degustar los productos locales típicos, además de mezclarse con un ambiente de lo más pintoresco.
En Rotterdam hay muchas construcciones modernas, de esas que te hacen pensar que estás en una ciudad futurista. Grandes rascacielos y obras bastante complejas y sorprendentes como Overblaak Development. Se trata de una serie de casas construidas en 1970 por Piet Blom. Fue precisamente esta construcción la que dio el pistoletazo de salida, la que abrió el camino de Rotterdam en el interés por la arquitectura contemporánea. Unas casas amarillas en forma de cubos que no dejan indiferente a nadie. La mayoría son propiedad privada, pero hay una de ellas que está abierta al público.
Hay otro edificio bastante famoso que podría ser un buen punto para ver, el conocido como Edificio Lápiz. Es un bloque de pisos pegado a las casas cubo. El nombre le viene dado, evidentemente, a que su forma es la de un lapicero.
Pasea por el Puente Erasmus, una obra del arquitecto Ben van Berkal, inaugurado en 1996 y que lleva el nombre de uno de los hijos más ilustres de la ciudad, Erasmo de Rotterdam. Con más de 800 metros de largo, es el símbolo absoluto de Rotterdam junto con las casas cubo.
No te olvides de visitar el Puerto de Rotterdam; este fue el mayor puerto y el más famoso del mundo durante mucho tiempo. Cuenta con una situación estratégica, tanto en la ciudad como en el país. Poco a poco se convirtió en una parada obligada de los barcos que atravesaban el mar del Norte. Es por este motivo que Rotterdam comenzó a desarrollarse como una ciudad importantísima en Europa.
¿Y si quieres vivir la parte más animada de la ciudad? No hay duda, debes acudir a la calle White the With. En ella están los locales más animados de toda la ciudad. Lugares para poder comer algo, para tomar un buen gin tonic o simplemente para charlar animadamente en cualquier local.
Además, la oferta de hoteles en Rotterdam es de lo más amplia, algo que, sin duda, facilita las cosas.
Vale, puede ser que Ámsterdam sea el destino turístico por excelencia en los Páises Bajos, pero como se puede ver, Rotterdam, lejos de ser una ciudad aburrida sin nada para ver, es un lugar bastante interesante que podría convertirse sin problemas en tu próximo destino de viaje.