Las murallas de Lugo
Llevan mas de 1700 años en pie y aún nos maravilla su figura. Las murallas de Lugo constituyen una de las grandes construcciones de la ciudad, y un motivo para buscarse un hotel en Lugo y hacerse una escapada.
Las murallas que hoy podemos disfrutan han perdido algo del encanto de los primeros siglos de la historia cristiana. Ya no tienen su foso o el intervallum característicos, pero no por eso pierden algo de su misterio.
La construcción rodea el casco histórico de la ciudad gallega de Lugo, fundada por Paulo Fabio Máximo con el nombre de Lucus Augusti en el 13 a.C. Era una avanzada ciudad romana que anexaba este rincón de la península al Imperio Romano, y necesitaba un muro defensivo.
Este muro tiene hoy algo mas de 2 kilómetros de extensión y rodea el casco histórico de Lugo. Se ha convertido en un símbolo y un gran atractivo para los visitantes de la ciudad. Las puertas que antes separaban al pueblo de los invasores, hoy integran a una ciudad dinámica donde el turista se siente siempre bien atendido.
Sabemos que la muralla romana de Lugo ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, sin embargo nos asombra conocer que esta construcción cuenta con una “hermana” del otro lado del mundo. Desde el año 2007, la muralla de Lugo se ha hermanado con un sector de la Gran Muralla China, el que atraviesa la zona de Qinhuangdao.
Originalmente contaba con, de las cuales se conservan 71. Toda la construcción fue realizada en granito y tiene un trazado cuadrangular. Casi 60 de sus torres son circulares y sobre algunas de ellas debieron levantarse construcciones con ventanas de observación donde se ubicarían las armas defensivas de la época.
Tan interesante como las murallas, es el paseo por el Adarve, el paseo de ronda que nos lleva a ellas o el recorrido perimetral siguiendo las puertas de la antigua planta.
Un paseo que puede hacerse tanto de día como al anochecer, como cierre de oro a un día de paseo por la historia antes de regresar al hotel en Lugo.
