Comida típica de Andorra
Andorra es el destino ideal para una escapada. Naturaleza, deporte, cultura… tiene todo lo que puedas necesitar para viajar tanto en familia, como en pareja o con amigos. Y sea cual sea el motivo del viaje, lo que tenemos claro es que su gastronomía te va a encantar. Por eso hoy queremos hablar de la comida típica de Andorra. Gran parte de sus platos tradicionales tienen la influencia de Cataluña.
Sigue leyendo y te contamos los platos que no puedes dejar de probar.
Comida típica de Andorra: platos principales
Escudella
Ya te hablamos en su día de este plato en nuestro artículo sobre comida catalana. Es uno de los platos de cuchara estrella de la comida típica de Andorra, perfecto para el frío. Es muy habitual que se coma el día de Navidad, pero cualquier momento del invierno es bueno para probarlo.
Este guiso lleva diferentes tipos de carne, como de gallina, ternera, cerdo o cordero; y muchas verduras. Además, hay quien le añade lentejas o arroz. Y en navidad suele acompañarse de galets, un tipo de pasta.
Fíjate si es importante este plato en Andorra que existe hasta una Cofradía de Escullaires, y en la fiestas de enero se organizan escudellas populares.
Canelones
Seguimos con la comida típica de Andorra de época navideña. Con las sobras de la Escudella, se suelen preparar canelones con bechamel.
Si quieres hacerlo en otra época, y no has hecho escudella previamente, puedes usar carne de caza, pollo o cerdo. Es un plato perfecto para aprovechar aquello que tienes en la nevera.
Comida típica de Andorra: Trucha a la andorrana
Gracias a la gran cantidad de ríos y lagos que hay en la zona y alrededores, la trucha autóctona es uno de los majares de la comida típica de Andorra.
En temporada alta de pesca, entre mayo y octubre, es muy habitual que los pescadores lleven a casa sus propios ejemplares para cocinar. Se puede cocinar de muchas maneras: al horno, en tortilla, a la plancha…
Pero este plato del que te hablamos, la trucha a la andorrana, es un plato curioso porque la trucha va cubierta de loncha de jamón, se enharina y se fríe. ¡Se nos hace la boca agua solo de pensarlo!
Caracoles a la llauna
Los caracoles tienen sus seguidores y sus detractores. Pero tenemos claro que, si eres de los primeros, estos te van a encantar. Esta receta tiene su origen en la provincia de Lleida, pero tenemos que incluirla en nuestra lista de comida típica de Andorra porque los encontrarás en multitud de bares y restaurantes.
La manera de cocinarlos es poniéndolos en una bandeja de hierro, por eso se llama a la llauna (lata) y a la brasa. Se le pone por encima un montón de especias como tomillo, perejil, romero o pimentón, que es lo que de verdad da sabor a los caracoles.
El acompañamiento que marca la diferencia con respecto a la receta catalana es el alioli, que en Andorra se usa el de membrillo. ¡Exquisito!
Trinchado de montaña
Este es otro de los platos conocidos de la comida típica de Andorra. Es una receta calórica, habitual en los meses de frío. Y es común en las familias andorranas como receta de aprovechamiento.
La base es col, patatas y puerros hervidos y triturados. Se acompaña con tocino frito, ¡ahí están las calorías!
Comida típica de Andorra: postres
Coca masegada
El primero de nuestros dulces de la comida típica de Andorra es la coca masegada. Es una receta sencilla, que se hacía en su día con la masa que sobraba de hacer pan.
Lleva harina, huevos, azúcar, leche, matalahuva y aguardiente. Hay sitios en los que ponen sobre la coca fruta escarchada.
Y lo tradicional es tomarlo con vino caliente, habitual en muchos puntos de Europa.
Comida típica de Andorra: costrada
La crostada tiene su origen en la Edad Media. Su nombre viene de “costra”, porque está cubierta de capas crujientes de una pasta similar al hojaldre o a la pasta filo.
En su interior puedes encontrar frutas de temporada, mermelada o miel. Por encima se espolvorea azúcar glas. ¡Un postre delicioso!
Orejones al vino
Los orejones al vino en los hogares andorranos tienen sabor a Navidad. Este postre de comida típica de Andorra es sencillo en cuanto a ingredientes, pero un poquito más elaborado que los anteriores.
La manera de hacerlo comienza pelando unos melocotones y dejándolos secar durante unos días.
Una vez estén secos, se cortan en trocitos y se ponen a hervir con vino y azúcar. Los más golosos se relamerán. Y es un postre de los más saludables. ¿Te animas a probarlo?
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