Isla de Procida
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La isla de Procida

Isla de Procida

Procida es un municipio italiano cuyo territorio abarca la Isla de Procida y el islote de Vivara. Si nos centramos en la primera de ellas, se trata de un territorio pequeño pero con muchísimo encanto; un lugar que se encuentra en el archipiélago de Campania, en el Golfo de Nápoles. Teniendo en cuenta que el archipiélago lo forma junto a islas a la altura de Capri e Ischia, que son bastante más conocidas, Procida aún es considerado como un paraíso poco conocido y lleno de belleza natural.

Para empezar a conocer Procida

Para llegar a Procida debes llegar primero a Nápoles, quizá en avión. Desde allí, podrás tomar el transporte marítimo e ir directamente hasta este remanso de paz encantador.

De origen volcánico, Procida ocupa una superficie de menos de 4 km2. Su población es de unos 11.000 habitantes y está unida por un puente al islote de Vivara, declarado espacio natural protegido.

Su historia se remonta a la época romana, cuando el lugar fue escogido como espacio de vacaciones para las clases más ricas. Con posterioridad, la isla sufrió bastantes saqueos y devastaciones. No obstante, en el siglo XI, se estableció un monasterio benedictino y en el siglo XII se convertiría en el feudo de la familia Procida, de donde viene el nombre actual.

Procida cerca de Nápoles

¿Qué hacer en la isla de Procida?

El mayor encanto de la isla es que, como comentábamos, es menos conocida que las demás. Es un lugar, por tanto, realmente tranquilo. Una isla que aún conserva esa magia que sólo poseen los pueblos de pescadores. Además, hay que destacar que aquí, entre otras cosas, se cultivan limones que sirven para fabricar uno de los mejores limoncellos de todo el mundo, o eso dicen.

La belleza de la isla no pasa desapercibida para los turistas que llegan a ella, pero tampoco para las grandes producciones cinematográficas; y es que podemos decir que Procida es una isla de película. Aquí se rodaron cintas tan conocidas como El Cartero y Pablo Neruda, El talento de Mr. Ripley o la Isla de Arturo.

Y si nos centramos en un recorrido por su superficie, hay que decir que la isla se puede recorrer a pie sin problema, de norte a sur o de este a oeste. Tan sólo necesitas uno o dos días y podrás empaparte de la belleza de sus costas y del encanto de sus construcciones. Ahora bien, para tenerlo todo controlado, conviene saber que existen cuatro zonas principales y bien diferenciadas. Está la Marina Grande, Terra Murata, Marina Corricella y Marina Chiaiolella.

Marina Grande

Destaca por sus casas de color pastel. Es, además, la primera imagen que tiene el turista cuando llega en ferry a la isla. Su calle principal, Via Roma, está plagada de pequeños y grandes restaurantes, de tiendas de artesanía y de encantadores monumentos como la Iglesia de Santa Maria della Pieta, construida en 1616. Además, también son destacables puntos como la Piazza Sannto Cattolico o la Escuela Naval, que por cierto es la más antigua de toda Europa.

Iglesia en Procida

En esta parte de la isla también puedes acceder a la Plaza de los Mártires. Es uno de los lugares más bonitos de Procida, y cuenta, además, con las mejores vistas de Marina Corricella. Para terminar la visita a esta zona, no te olvides de la Iglesia della Madonna della Grazi, construida en el año 1679. Un edificio barroco con una gran cúpula amarilla que es perfectamente visible desde cualquier punto de la isla.

Terra Murata

Otra de las zonas más conocidas es Terra Murata. Es la parte más elevada de la isla, ubicada en un promontorio sobre el mar. Justo aquí está la Abadía de San Miguel Arcangel. Este lugar fue construido sobre el monasterio benedictino que hemos mencionado anteriormente. Fue, en realidad, la única zona habitada durante siglos. Un lugar que te hará retroceder en el tiempo y que te mostrará lugares como los restos del Palacio Real o Castillo de Procida.

Marina Corricella

Toma la escalera Pennino para poder acceder a la zona de Marina Corricella. Es la zona más pintoresca, sin duda. Un lugar precioso con un sinfín de casas coloridas. Un rincón en el que las barcas y las redes de pescadores adornan cada una de sus calles. También tiene bares y restaurantes tranquilos en los que poder detenerse para disfrutar del sol.

Marina Chiaiolella

¿Y si quieres playa? Nada como la parte sur de la isla. En la conocida como Marina Chiaiolella están las playas más famosas de toda la isla.

También puedes visitar en la zona: la ciudad de Nápoles.